Del proveedor
celestial
396.
Del relato de los milagros del Señor al proveer vino en la fiesta de boda y al
alimentar a la multitud, podemos aprender una lección de la más elevada
importancia. El trabajo de vender alimento saludable es uno de los instrumentos
del Señor para suplir una necesidad. El Proveedor celestial de todos los
alimentos no dejará a su pueblo en la ignorancia con respecto a la preparación
de los mejores alimentos para todos los tiempos y ocasiones.—Testimonies for the Church 7:114 (1902). {CRA 315.1}
Como el maná
397.
Durante la noche pasada, me fueron reveladas muchas cosas. La fabricación y
venta de productos alimenticios sanos debe ser objeto de consideración
cuidadosa y mucha oración. {CRA 315.2}
Hay
en muchos lugares personas a quienes el Señor comunicará ciertamente
conocimiento acerca de cómo preparar alimentos sanos y apetitosos, si él ve que
están dispuestas a usar con justicia este conocimiento. Los animales están
enfermando cada vez más, y no transcurrirá mucho tiempo antes de que los
alimentos de origen animal sean descartados por muchos además de los
adventistas del séptimo día. Se han de preparar alimentos sanos, capaces de
sostener la vida, a fin de que hombres y mujeres no necesiten comer carne. {CRA 315.3}
El
Señor enseñará a muchos en todas partes del mundo a combinar las frutas, los
cereales y las verduras en alimentos que sostengan la vida y no comuniquen
enfermedad. Personas que nunca han visto las recetas para hacer los alimentos
sanos que ya están en venta, trabajarán con inteligencia, experimentarán con
los productos alimenticios de la tierra, y recibirán información acerca del uso
de estos productos. El Señor les mostrará lo que deben hacer. {CRA 315.4}
El
que da habilidad y comprensión a su pueblo en una parte del mundo, se la
comunicará también a su pueblo en otras partes del mundo. Es su designio que
los tesoros alimenticios de cada país sean preparados de tal manera que puedan
usarse en los países para los cuales son apropiados. Como Dios dio maná del
cielo para sostener a los hijos de Israel, dará a su pueblo en diferentes
lugares habilidad y sabiduría para usar los productos de esos países en la
preparación de alimentos que reemplacen la carne.—Joyas de los Testimonios 3:132 (1902). {CRA 316.1}
398.
El mismo Dios que dio a los hijos de Israel maná del cielo vive y reina. El
dará capacidad y entendimiento en la preparación de alimentos saludables. El
guiará a sus hijos en la preparación de alimentos sanos. El desea que ellos
vean lo que pueden hacer en la preparación de tales alimentos, no sólo para sus
propias familias, lo cual constituye su primera responsabilidad, sino para
ayudar a los pobres. Ellos han de demostrar una liberalidad semejante a la de
Cristo, y han de darse cuenta de que son representantes de Dios, y de que todo
lo que tienen les ha sido concedido por él.—Carta 25, 1902. {CRA
316.2}
Conocimiento
divinamente impartido
399.
El Señor quiere que el conocimiento de la reforma en el régimen alimenticio sea
impartido a su pueblo. Es una parte esencial de la educación que ha de darse en
nuestras escuelas. A medida que la verdad se presente en nuevos lugares, deben
darse lecciones en el arte culinario higiénico. Enséñese a la gente cómo
puede vivir sin el uso de carne. Enséñesele a llevar una vida sencilla. {CRA 316.3}
El
Señor ha estado trabajando, y lo está todavía, para inducir a los hombres a
preparar, a partir de las frutas y los granos, alimentos más sencillos y menos
caros que muchos de los que ahora pueden obtenerse. Muchos no pueden comprar
estos alimentos preparados tan caros, y sin embargo no tienen que vivir
necesariamente a base de un régimen empobrecido. El mismo Dios que alimentó a
los millares en el desierto con pan del cielo dará a su pueblo hoy en día un
conocimiento de cómo proporcionar alimento en una forma sencilla.—Manuscrito 46, 1905. {CRA
317.1}
400.
Cuando el mensaje alcanza a las personas que no han oído la verdad para este
tiempo, ellas ven que deben realizar una gran reforma en su régimen
alimenticio. Se dan cuenta de que deben abandonar la carne, porque crea un
apetito por el licor, y llena el organismo de enfermedad. Al consumir carne,
las facultades físicas, mentales y morales se debilitan. El hombre se edifica
de lo que come. Las pasiones animales predominan como resultado de comer carne,
de usar tabaco, y de beber alcohol. El Señor dará a su pueblo sabiduría para
preparar, a partir de lo que la tierra produce, alimentos que ocuparán el lugar
de la carne. Las combinaciones sencillas de nueces, granos y frutas, preparadas
con gusto y habilidad, serán recomendables para los no creyentes. Pero
habitualmente se usan demasiadas nueces en las combinaciones hasta ahora
preparadas.—Manuscrito 156, 1901. {CRA 317.2}
Sencillo, fácil de
preparar, saludable
401.
Debo dar ahora a mis hermanos la instrucción que el Señor me ha dado con
respecto al tema de los alimentos sanos.* Hay muchos que
consideran los alimentos sanos como una invención del hombre, pero éstos tienen
su origen en Dios, como una bendición para su pueblo. La obra de los
alimentos sanos es propiedad de Dios, y no debe convertirse en un medio de
especulación financiera para obtener ganancia personal. La luz que Dios ha dado
y que continuará dando sobre el asunto de los alimentos ha de ser para el pueblo
hoy lo que el maná era para los hijos de Israel. El maná caía del cielo, y al
pueblo se le pedía que lo recogiera, y lo preparara para el consumo. Así en los
diferentes países del mundo, los hijos de Dios recibirán luz para que preparen
alimentos saludables adecuados a cada país. {CRA 317.3}
Los
miembros de todas las iglesias han de cultivar el tacto y el ingenio que Dios
les dé. El Señor tiene habilidad y entendimiento para los que usen sus
capacidades en la tarea de aprender a combinar los productos de la tierra para
preparar alimentos sencillos, saludables y fáciles de manufacturar, que ocupen
el lugar de la carne, de tal manera que la gente no tenga excusa para comer
carne. {CRA 318.1}
Los
que reciben conocimiento acerca de cómo preparar tales alimentos deben usarlo
con abnegación. Han de ayudar a sus hermanos pobres. Así como son consumidores,
también han de ser productores. {CRA 318.2}
Dios
se propone que en muchos lugares se fabriquen alimentos sanos. Los que aceptan
la verdad han de aprender a preparar estos alimentos sencillos. No es el plan
de Dios que los pobres sufran por falta de las cosas necesarias para la vida.
El Señor pide a su pueblo en diferentes países que ore a él por sabiduría, y
que luego emplee debidamente la sabiduría que él le da. No hemos de quedar
inactivos dominados por la desesperación y el desánimo. Hemos de hacer lo mejor
que podamos para iluminar a otros.—Manuscrito 78, 1902. {CRA
318.3}
Más sencillos y más
económicos
402.
Los alimentos sanos que salen de nuestras fábricas pueden mejorarse en muchos
respectos. El Señor enseñará a sus siervos cómo hacer preparaciones que
sean más sencillas y menos costosas. Hay muchos a quienes él instruirá en este
ramo de conocimiento si siguen su consejo, y si andan en armonía con sus
hermanos.—Testimonies for the Church
7:127, 128 (1902). {CRA 318.4}
403.
Comerciad con alimentos que sean mucho más baratos y que, preparados en una
forma nutritiva, satisfagan todo propósito... Tratad de producir preparaciones
menos costosas a base de granos y frutas. Todas estas cosas Dios nos las da
libremente para suplir nuestras necesidades. La salud no está asegurada por el
uso de preparaciones costosas. Podemos tener tan buena salud aunque usemos preparaciones
sencillas de frutas, cereales y legumbres.—Manuscrito 75, 1906. {CRA
319.1}
404.
Es prudente que preparemos alimentos sencillos, baratos y sanos. Muchos de
nuestros hermanos son pobres, y los alimentos sanos deben proveerse a precios
que se los hagan accesibles. El Señor quiere que los pobres de cualquier país
puedan obtener alimentos sanos y baratos. En muchos lugares se han de
establecer industrias para fabricar esos alimentos. Lo que es una bendición
para la obra en un lugar lo será en otros donde es mucho más difícil obtener
dinero. {CRA 319.2}
Dios
está obrando en favor de su pueblo. No desea que esté sin recursos. Lo está
haciendo volver al régimen alimenticio originalmente dado al hombre. Este
régimen debe consistir en alimentos hechos con las materias primas que él
proveyó, que son principalmente las frutas, los cereales y las oleaginosas,
aunque también se usarán diversos tubérculos.—Joyas de los Testimonios 3:133 (1902). {CRA 319.3}
A medida que
aumente el hambre, los alimentos serán simplificados
405.
El asunto de la alimentación no ha alcanzado aún la perfección. Hay todavía
mucho que aprender en esta línea. El Señor quiere que las mentes de sus
hijos en todo el mundo se hallen en tal condición que puedan recibir las
impresiones que él les de con respecto a la combinación de ciertos artículos en
la producción de alimentos, que son necesarios, pero que todavía no se
producen. {CRA 319.4}
A
medida que aumente el hambre, la necesidad y la aflicción en el mundo, la
producción de alimentos saludables será grandemente simplificada. Los que están
empeñados en este trabajo deben aprender constantemente del gran Maestro, que
ama a su pueblo, y que siempre tiene en cuenta su bien.—Manuscrito 14, 1901. {CRA
320.1}
[Los alimentos saludables deben reemplazar la
carne, la leche y la mantequilla—583] {CRA
320.2}
La lección de
Cristo sobre la economía
406.
Hay mucho en juego en esta obra. Debe experimentarse con los productos sanos de
la tierra en un esfuerzo por preparar alimentos saludables y económicos. {CRA 320.3}
El
trabajar con alimentos ha de ser un tema de ferviente oración. Pida el pueblo a
Dios sabiduría para preparar alimentos sanos. El que alimentó a los cinco mil
con cinco panes y dos pececillos, suplirá las necesidades de sus hijos hoy.
Después que Cristo hubo realizado este maravilloso milagro, dio una lección de
economía. Después que el hambre de la multitud había sido satisfecha, él dijo:
“Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada”. “Recogieron,
pues, y llenaron doce cestas de pedazos”. Juan 6:12, 13.—Carta
27, 1902. {CRA 320.4}
Alimentos obtenidos
de productos locales en diferentes países
407.
El Señor dará inteligencia a muchas personas en diferentes lugares con respecto
a la preparación de alimentos sanos. El puede poner mesa en el desierto.
Nuestras iglesias que están tratando de practicar los principios de la reforma pro
salud deben preparar alimentos sanos. Pero tan seguramente como ellas deben
hacerlo, algunos dirán que éstas están excediendo sus derechos. ¿Pero quién les
dio la sabiduría para preparar estos alimentos?: el Dios del cielo. El mismo
Dios dará sabiduría a su pueblo en los diferentes países para usar los
productos de los mismos en la preparación de alimentos sanos. De una manera
sencilla y económica, nuestros hermanos han de experimentar con las frutas, los
granos y las raíces propios de los países donde viven. En las diferentes
naciones han de prepararse alimentos baratos y sanos para el beneficio de los
pobres y de las familias de nuestro propio pueblo. {CRA 320.5}
El
mensaje que Dios me ha dado es que sus hijos en los países extranjeros [fuera
de los Estados Unidos] no han de depender, para su provisión de alimentos
sanos, de la importación que venga de los Estados Unidos. El flete y los
derechos aduaneros hacen que el costo de estos productos sea tan alto que los
pobres, que son tan preciosos a la vista de Dios como los ricos, no puedan
tener la ventaja de esos alimentos. {CRA 321.1}
Los
alimentos sanos son productos de Dios, y él enseñará a su pueblo en los campos
misioneros a combinar los productos de la tierra de tal manera que se puedan
proporcionar alimentos sencillos, baratos y saludables. Si buscan la sabiduría
de Dios, él les enseñará cómo concebir planes e ideas para utilizar estos
productos. Se me ha pedido que dijera: No les impidáis.—Manuscrito 40, 1902. {CRA 321.2}
Los alimentos sanos han de preceder a las fases avanzadas de la reforma
pro salud
408.
En el campo en que Ud. está trabajando, hay mucho que debe aprenderse con
respecto a la preparación de alimentos sanos. Los alimentos deben ser
perfectamente saludables y sin embargo de preparación económica. El Evangelio
de la salud ha de predicarse entre los pobres. En la fabricación de estos
alimentos, han de abrirse oportunidades para que los que aceptan la verdad y
pierden su trabajo, puedan ganarse la vida. Los productos que Dios ha provisto
han de transformarse en alimentos sanos, que la gente pueda preparar por sí
misma. Entonces podremos representar apropiadamente los principios de la
reforma pro salud, y los que oigan estarán convencidos de la consistencia de
estos principios y los aceptarán. Pero hasta que podamos ofrecer alimentos
relacionados con la reforma pro salud que sean apetitosos, nutritivos y sin
embargo baratos, no estamos en libertad de presentar las fases más avanzadas de
la reforma pro salud en el régimen alimenticio.—Carta 98, 1901. {CRA 321.3}
[Hay que estimular el
desarrollo de los talentos individuales—376] {CRA 322.1}
409.
Doquiera se proclame la verdad, debe darse instrucción acerca de cómo preparar
alimentos sanos. Dios desea que en todo lugar se enseñe a la gente a usar
prudentemente los productos que es fácil obtener. Instructores hábiles deben
mostrar a la gente cómo puede utilizar ventajosamente los productos que se
pueden cosechar u obtener en su región del país. De esta manera tanto los
pobres como los de circunstancias desahogadas pueden aprender a vivir en forma
sana.—Joyas
de los Testimonios 3:136 (1902). {CRA 322.2}
Los ingredientes a base de nueces han de usarse con mesura
410.
El Señor quiere que su pueblo en todas partes del mundo adquiera conocimientos
en lo que se refiere al uso de los productos de la tierra en cada localidad.
Los productos de cada región han de ser estudiados e investigados
cuidadosamente, para ver si pueden combinarse para simplificar la producción de
alimentos y disminuir el costo de la manufactura y el transporte. Haga cada uno
lo mejor de que sea capaz bajo la dirección de Dios para lograr esto. Hay
muchos artículos alimenticios costosos que el genio del hombre puede combinar;
y sin embargo no existe verdadera necesidad de usar las preparaciones más
caras. {CRA
322.3}
Hace
tres años recibí una carta que decía: “No puedo comer los alimentos a base de
nueces; mi estómago no puede soportarlos”. Entonces se me presentaron varias
recetas; una de ellas consistía en que debe haber otros ingredientes combinados
con las nueces, que armonicen con ellas, y que éstas no se usen en una
proporción tan grande. De una décima a una sexta parte de las nueces sería suficiente,
de acuerdo con la combinación. Probamos esto, y tuvimos éxito.—Carta 188, 1901. {CRA 323.1}
[Véase en la Sección
XXII, Parte I, “Nueces y alimentos a base de nueces”] {CRA 323.2}
Galletitas
dulces
Me
fueron mencionadas otras cosas. Entre ellas se me habló de las galletitas o
bizcochos dulces. Estas se preparan porque a algunos les gustan, pero ocurre
que las compran muchos que no deben comerlas. Hay todavía muchos progresos que
realizar, y Dios trabajará con todos los que colaboran con él. {CRA 323.3}
[Véase “Panes
dulces”—507, 508.] {CRA 323.4}
[Algunas confituras
consideradas inofensivas, no lo son—530] {CRA 323.5}
411.
Deben ejercer mucho cuidado los que preparan recetas para nuestras revistas de
salud. Algunos de los alimentos especialmente preparados que se fabrican ahora
pueden ser mejorados, y nuestros planes acerca de su uso tendrán que
modificarse. Algunos han abusado de las preparaciones a base de nueces. Muchos
me han escrito: “No puedo usar los alimentos oleaginosos; ¿qué usaré en lugar de
carne?” Una noche me pareció estar delante de un grupo de personas a quienes
explicaba que en la preparación de ciertosalimentos se incluyen cantidades
demasiado copiosas de oleaginosas; que el organismo no puede asimilarlas cuando
se usan como en algunas de las recetas dadas; y que, si se usaran en menor
cantidad, los resultados serían más satisfactorios.—Joyas de los Testimonios 3:133, 134 (1902). {CRA 323.6}
Restaurantes higiénicos en los congresos
412.
En nuestros congresos, deben hacerse arreglos para que los pobres puedan
obtener alimentos saludables y bien preparados, a un precio tan económico como
sea posible. También debe haber un restaurante donde se preparen platos
saludables que sean servidos de una manera atractiva. Esto ejercerá una acción
educativa sobre muchas personas que no son de nuestra fe. No se considere esta
línea de trabajo como separada de los otros ramos de la obra de un congreso.
Cada ramo de la obra de Dios está estrechamente unido con los demás, y todos
deben avanzar en perfecta armonía.—Testimonies for the Church 7:41 (1902). {CRA 324.1}
413.
En nuestras ciudades, obreros que manifiesten interés deben encargarse de las
diferentes ramas de la obra misionera. Se establecerán restaurantes higiénicos.
¡Pero con qué cuidado debe realizarse esta obra! Los que trabajen en estos
restaurantes deben estar experimentando constantemente, a fin de aprender cómo
preparar alimentos sabrosos y sanos. Todo restaurante higiénico debe ser una
escuela para los obreros relacionados con él. En las ciudades este ramo de
trabajo puede realizarse en una escala mucho mayor que en los lugares pequeños.
Pero en todo lugar donde haya una iglesia y una escuela de iglesia, debe darse
instrucción con respecto a la preparación de alimentos sencillos y sanos para
el uso de los que deseen vivir de acuerdo con los principios de la reforma pro
salud. Y en todos nuestros campos misioneros puede hacerse una obra similar.—Manuscrito 79, 1900. {CRA 324.2}
Nuestros restaurantes han de proceder por principio
414.
Ud. necesitará precaverse constantemente contra la introducción de algunas
cosas, que, aunque aparentemente son inofensivas, llevarán a sacrificar ciertos
principios que siempre deben mantenerse en nuestra obra relacionada con los
restaurantes... No debemos esperar que aquellos que toda la vida han
gratificado su apetito entiendan de inmediato cómo preparar alimentos que sean
saludables, sencillos y apetitosos. Esta es la ciencia que todo sanatorio y
restaurante higiénico ha de enseñar... {CRA 325.1}
Si
disminuyen los clientes de nuestros restaurantes porque rehusamos apartarnos de
los principios rectos, que disminuyan. Debemos mantenernos en el camino del
Señor, cuando las condiciones sean favorables o cuando no lo sean. {CRA 325.2}
Le
presento estas cosas en mis cartas para ayudarle a adherirse a lo recto y a
descartar lo que no podemos introducir en nuestros sanatorios y restaurantes
sin sacrificar los principios.—Carta 201, 1902. {CRA 325.3}
Evítense las combinaciones complejas
415.
En todos los restaurantes de nuestras ciudades, hay peligro de que la
combinación de muchos alimentos en los platos servidos sea llevada demasiado
lejos. El estómago sufre cuando se introducen en él tantas clases de alimentos
en una misma comida. La sencillez es una parte de la reforma pro salud. Hay
peligro de que nuestra obra deje de merecer el nombre que ha tenido. {CRA 325.4}
Si
queremos trabajar por la restauración de la salud, es necesario restringir el
apetito, comer lentamente, y sólo una variedad limitada a un tiempo. Esta
instrucción necesita serrepetida con frecuencia. No está en armonía con los
principios de la reforma pro salud tener tantos platos diferentes en una misma
comida. Nunca debemos olvidar que es la parte religiosa de la obra, la obra de
proporcionar alimentos para el alma, lo más esencial.—Carta 271, 1905. {CRA 325.5}
La misión de los restaurantes higiénicos
416.
Se me presentó el hecho de que no debemos darnos por satisfechos porque tenemos
un restaurante vegetariano en Brooklyn, sino que otros deben establecerse en
otras secciones de la ciudad. La gente que vive en una parte del Gran Nueva
York no sabe lo que ocurre en otras partes de la gran ciudad. Los hombres y las
mujeres que comen en los restaurantes establecidos en los diferentes lugares
llegarán a estar conscientes de una mejora en la salud. Una vez ganada su
confianza, estarán más dispuestos a aceptar el mensaje especial de verdad que
Dios tiene. {CRA
326.1}
Dondequiera
se realice obra misionera médica en nuestras grandes ciudades, deben realizarse
escuelas de arte culinario; y dondequiera esté en proceso una obra educacional
y misionera vigorosa, debe establecerse un restaurante higiénico de alguna
clase, que dé una ilustración práctica de la correcta selección y de la debida
preparación de los alimentos.—Testimonies for the Church 7:55 (1902). {CRA 326.2}
417.
El Señor tiene un mensaje para nuestras ciudades, y este mensaje hemos de
proclamarlo en nuestros congresos y en campañas de evangelismo público, y
también por medio de nuestras publicaciones. En adición a esto, han de
establecerse restaurantes higiénicos en las ciudades, y por su medio el mensaje
de temperancia ha de proclamarse. Deben hacerse arreglos para realizar
reuniones en relación con nuestros restaurantes. Cuandoquiera que sea posible,
búsquese un salón a donde puedan invitarse los clientes para tenerconferencias
sobre la ciencia de la salud y la temperancia cristiana, donde éstos puedan
recibir instrucción sobre la preparación de alimentos sanos y sobre otros temas
importantes. En estas reuniones debe haber oración y canto y pláticas, no
solamente sobre temas de salud y temperancia, sino también sobre otros temas
bíblicos apropiados. A medida que se enseñe a la gente cómo preservar su salud
física, se hallarán muchas oportunidades para sembrar las semillas del mensaje
del reino.—Testimonies for the Church
7:115 (1902). {CRA 326.3}
El propósito final
de la obra con los alimentos sanos
418.
Cuando se la realiza de tal manera que la atención de la gente es dirigida al
Evangelio de Cristo, la obra relativa a los alimentos sanos puede ser abordada
en forma provechosa. Pero elevo mi voz en amonestación contra los esfuerzos que
no logran otra cosa que la producción de alimentos para suplir las necesidades
físicas. Es un serio error emplear tanto tiempo y tanto de los talentos de
hombres y mujeres en fabricar alimentos, en tanto que no se realiza ningún
esfuerzo especial para proporcionar el pan de vida a las multitudes. Grandes
peligros acechan a una obra que no tenga como su objetivo la revelación del
camino de la vida eterna.—Manuscrito 10, 1906. {CRA
327.1}
[Un estudio más abarcante de la alimentación
racional y la obra de los restaurantes aparece en Testimonies for the Church 7:110-131; Counsels on Health, 471-496.] {CRA 327.2}
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