domingo, 15 de mayo de 2016

Sección 25—La enseñanza de los principios de la salud





Capítulo 31—Ha de darse instrucción sobre los temas de la salud
La necesidad de impartir educación higiénica
759. Nunca fue tan necesario como hoy dar educación en los principios que rigen la salud. A pesar de los maravillosos adelantos relacionados con las comodidades y el bienestar de la vida, y aun con la higiene y el tratamiento de las enfermedades, resulta alarmante el decaimiento del vigor y de la resistencia física. Esto requiere la atención de cuantos toman muy a pecho el bienestar del prójimo. {CRA 529.1}
Nuestra civilización artificial fomenta males que anulan los sanos principios. Las costumbres y modas están en pugna con la naturaleza. Las prácticas que imponen, y los apetitos que alientan, aminoran la fuerza física y mental y echan sobre la humanidad una carga insoportable. Por doquiera se ven intemperancia y crímenes, enfermedad y miseria. {CRA 529.2}
Muchos violan las leyes de la salud por ignorancia, y necesitan instrucción. Pero la mayoría sabe cosas mejores que las que práctica. Debe comprender cuán importante es que rija su vida por sus conocimientos.—El Ministerio de Curación, 87 (1905){CRA 529.3}
760. Se nota gran falta de instrucción respecto a la reforma dietética. A los malos hábitos en el comer y al consumo de manjares malsanos se debe gran parte de la intemperancia, los crímenes y la miseria que azotan al mundo.—El Ministerio de Curación, 105 (1905){CRA 529.4}
[Medical Missionary, noviembre-diciembre, 1892{CRA 530.1}
761. Si queremos elevar la norma moral en cualquier país a donde seamos llamados a ir, debemos comenzar corrigiendo los hábitos físicos del pueblo. La virtud del carácter depende de la debida acción de las facultades de la mente y del cuerpo.—Counsels on Health, 505{CRA 530.2}
Muchos serán iluminados
762. El Señor me ha manifestado que muchísimas personas serán rescatadas de la degeneración física, mental y moral por medio de la influencia práctica de la reforma pro salud. Se darán disertaciones sobre salud, y se multiplicarán publicaciones sobre el mismo tema. Los principios de la reforma pro salud serán recibidos con favor; y muchos serán iluminados. Las influencias asociadas con la reforma pro salud la recomendarán al juicio de todos los que quieran la luz; y ellos avanzarán paso tras paso para recibir las verdades especiales para este tiempo. Así la verdad y la justicia se encontrarán... {CRA 530.3}
El Evangelio y la obra misionero-médica han de avanzar juntos. El Evangelio ha de ser vinculado con los principios de la verdadera reforma pro salud. El cristianismo ha de ser llevado a la vida práctica. Ha de hacerse una obra de reforma ferviente y cabal. La verdadera religión de la Biblia es una superabundancia del amor de Dios por los hombres caídos. El pueblo de Dios ha de avanzar en línea recta para impresionar los corazones de los que están buscando la verdad, de los que desean hacer su parte acertadamente en esta era de intenso fervor. Hemos de presentar los principios de la reforma pro salud ante el pueblo, haciendo todo lo que está de nuestra parte para inducir a los hombres y las mujeres a comprender la necesidad de estos principios y a practicarlos.—Testimonies for the Church 6:378, 379 (1900){CRA 530.4}
Esfuerzo de avanzada en la enseñanza de los principios de la reforma pro salud
763. Cuando se celebró la feria del estado en Battle Creek [1864], nuestros hermanos llevaron consigo a los terrenos tres o cuatro estufas de cocinar, y demostraron cómo podían prepararse buenas comidas sin el uso de carne. Se nos dijo que habíamos puesto la mejor mesa de la exposición. En toda ocasión en que se realicen grandes reuniones, tenéis el privilegio de idear planes por los cuales podáis proporcionar alimentos sanos a los que asisten, y habéis de hacer que vuestros esfuerzos resulten educativos. {CRA 531.1}
El Señor nos dio favor ante el pueblo, y tuvimos muchas oportunidades maravillosas para demostrar lo que podía hacerse por medio de los principios de la reforma pro salud para restaurar la salud de los enfermos cuyos casos habían sido declarados sin esperanza...—Manuscrito 27, 1906{CRA 531.2}
En los congresos y de casa en casa
Debemos empeñar mayores esfuerzos para enseñar al pueblo las verdades de la reforma pro salud. En todo congreso campestre debe realizarse un esfuerzo para demostrar lo que puede hacerse para proporcionar un régimen alimenticio apetitoso y sano consistente en cereales, frutas, nueces y vegetales. En todos los lugares donde nuevos grupos de personas aceptan la verdad, debe darse instrucción en la ciencia de preparar alimento sano. Deben escogerse obreros que puedan trabajar de casa en casa en una campaña educadora. {CRA 531.3}
La tienda médica en el campamento
764. A medida que nos acercamos al fin del tiempo, debemos elevarnos cada vez más desde el punto de vista de la reforma pro salud y la temperancia cristiana, presentándolos de una manera más positiva y decidida. Debemos luchar continuamente para educar a la gente, no sólo por nuestras palabras, sino por la práctica. El precepto y el ejemplo combinados tienen una influencia eficaz. {CRA 532.1}
En ocasión de los congresos campestres debe impartirse instrucción sobre los temas de la salud a la gente. En nuestras reuniones de Australia se daban disertaciones sobre temas de salud todos los días, y se despertó un vivo interés. Había en el campamento una tienda para uso de los médicos y enfermeras, se daba libremente consejos médicos, y muchos venían en procura del mismo. Millares de personas asistieron a las disertaciones, y al final del congreso campestre la gente no se conformó tan sólo con lo que había aprendido. En varias ciudades donde se realizaron congresos campestres, algunos de los ciudadanos más prominentes insistieron en que se estableciera un sanatorio filial, y prometieron su cooperación.—Testimonies for the Church 6:112, 113 (1900){CRA 532.2}
Por el ejemplo, así como por el precepto
765. Las grandes reuniones de nuestro pueblo proporcionan una excelente oportunidad para ilustrar los principios de la reforma pro salud. Hace algunos años en estas asambleas se decía mucho con respecto a la reforma pro salud y a los beneficios de un régimen vegetariano; pero al mismo tiempo se servía carne en las mesas de la carpa que se usaba como comedor, y se vendían diversos artículos de consumo perjudiciales en la sección donde estaban las provisiones. La fe sin obras es muerta. Y la instrucción sobre la reforma pro salud, negada por la práctica, no hacía la menor impresión. En sucesivos congresos campestres los que estaban a cargo de los mismos han educado por la práctica así como por el precepto. No se proporcionó carne en el comedor, sino frutas, cereales y vegetales, los cuales se proveían en abundancia. Cuando los visitantes hacen preguntas relativas a la ausencia de carne, se explica la razón claramente, es a saber, que la carne no es el alimento más sano.—Testimonies for the Church 6:112 (1900){CRA 532.3}
[Venta de caramelos, helados, y otras golosinas en el campamento—529, 530{CRA 533.1}
En nuestros sanatorios
766. Según la luz que me ha sido dada debe establecerse un sanatorio, y en él debe descartarse la medicación con drogas y emplearse métodos sencillos y racionales de tratamiento para la curación de las enfermedades. En esta institución debía enseñarse a la gente cómo vestir, respirar y comer adecuadamente; en suma, cómo evitar la enfermedad por los debidos hábitos de vida.—Carta 79, 1905{CRA 533.2}
[Véase también 458.] {CRA 533.3}
767. Nuestros sanatorios deben ser el medio de iluminar a los que vienen a ellos para tratarse. Debe mostrarse a los pacientes cómo pueden vivir a base de un régimen de cereales, frutas, nueces, y otros productos de la tierra. Se me ha instruido en el sentido de que deben darse regularmente disertaciones en nuestros sanatorios sobre temas de salud. Ha de enseñarse a la gente a descartar los artículos de consumo que debilitan la salud y la fuerza de los seres por los cuales Cristo dio su vida. Deben mostrarse los efectos perniciosos del té y del café. Ha de enseñarse a los pacientes cómo pueden eliminar de su régimen los artículos que perjudican los órganos digestivos... Muéstrese a los enfermos la necesidad de practicar los principios de la reforma pro salud, si quieren recuperar su salud. Muéstrese a los pacientes cómo pueden mejorar siendo temperantes en el comer y haciendo regularmente ejercicio al aire libre... Por medio de la obra de nuestros sanatorios, debe aliviarse el sufrimiento y restaurarse la salud. Ha de enseñarse a la gente cómo, comiendo y bebiendo cuidadosamente, pueden mantenerse bien... La abstinencia de la carne beneficiará a los que se abstienen. El asunto del régimen es un tema de interés vital... Nuestros sanatorios han sido establecidos con un propósito especial, para enseñar a la gente que no vivimos para comer, sino que comemos para vivir.—Carta 233, 1905{CRA 533.4}
Enséñese a los pacientes cómo deben cuidarse en casa
768. Mantenga Ud. a los enfermos al aire libre tanto como sea posible, y déles disertaciones animadoras y agradables en la sala, con lecturas sencillas y lecciones bíblicas, fáciles de comprender, que sean de aliento para el alma. Hable de la reforma pro salud, y no se cargue, hermano mío, con tantas diferentes responsabilidades que no pueda enseñar las lecciones sencillas de la reforma pro salud. Los que salgan del sanatorio deben salir tan bien instruidos que puedan enseñar a otros los métodos de tratar a sus familias. Hay peligro en invertir demasiado dinero en maquinarias y artefactos que los enfermos nunca podrán usar en sus lecciones caseras. Más bien debe enseñárseles cómo pueden regular la alimentación, de manera que la maquinaria viviente de todo el ser trabaje en forma armoniosa.—Carta 204, 1906{CRA 534.1}
Debe darse instrucción sobre temperancia
769. En nuestras instituciones médicas debe darse clara instrucción sobre temperancia. Debe mostrarse a los pacientes los males de las bebidas intoxicantes, y la bendición de una abstinencia total. Debe pedírseles que descarten las cosas que han arruinado su salud, y éstas deben ser reemplazadas con abundancia de frutas. Pueden obtenerse naranjas, limones, ciruelas, duraznos y muchas otras variedades; pues el mundo del Señor es productivo, si se emplea esfuerzo decidido.—Carta 145, 1904{CRA 535.1}
770. Los que luchan contra el poder de los apetitos deberían ser instruidos en los principios del sano vivir. Debe mostrárseles que la violación de las leyes que rigen la salud, al crear condiciones enfermizas y apetencias que no son naturales, echa los cimientos del hábito de la bebida. Sólo viviendo en obediencia a los principios de la salud pueden esperar verse libertados de la ardiente sed de estimulantes contrarios a la naturaleza. Mientras confían en la fuerza divina para romper las cadenas de los apetitos, han de cooperar con Dios obedeciendo a sus leyes morales y físicas.—El Ministerio de Curación, 132 (1905){CRA 535.2}
Naturaleza abarcante de la reforma requerida
771. ¿Cuál es la obra especial que somos llamados a realizar en nuestras instituciones de salud? En vez de dar, por precepto y ejemplo, una educación en la complacencia del apetito pervertido, edúquese a la gente a que se aparte de estas cosas. Elevad la norma de la reforma en todo respecto. El apóstol Pablo levanta su voz para decir: “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”. Romanos 12:1, 2{CRA 535.3}
Nuestras instituciones de salud han sido establecidas para presentar los principios vivos de un régimen limpio, puro y saludable. Debe impartirse conocimiento con respecto a la abnegación y el dominio propio. Jesús, que hizo al hombre y lo redimió, ha de ser mantenido en alto ante todos los que vengan a nuestras instituciones. Línea sobre línea, precepto sobre precepto, debe impartirse conocimiento sobre el método de vida, sobre la paz y la salud, a fin de que los hombres y las mujeres vean la necesidad de la reforma. Deben ser inducidos a renunciar a las costumbres y prácticas degradantes que existieron en Sodoma y en el mundo antediluviano, y que Dios destruyó a causa de su iniquidad. Mateo 24:37-39.... {CRA 536.1}
Todos los que visiten nuestras instituciones de salud han de ser educados. El plan de redención debe ser presentado ante todos, encumbrados y humildes, ricos y pobres. Debe darse instrucción cuidadosamente preparada, en el sentido de que la complacencia por medio de la intemperancia que está de moda en el comer y el beber puede considerarse como la causa de la enfermedad y el sufrimiento y de las malas prácticas que siguen como resultado.—Manuscrito 1, 1888{CRA 536.2}
[Cómo introducir la reforma en el régimen—426{CRA 536.3}
Hojas del árbol de la vida
772. Se me ha indicado que la obra que debe hacerse en relación con la reforma pro salud no debe demorarse. Por medio de esta obra alcanzaremos almas así en los caminos como en los vallados. Se me mostró muy especialmente que, por medio de nuestros sanatorios, muchas almas recibirán la verdad presente y la practicarán. En esas instituciones, se ha de enseñar a hombres y mujeres a cuidar sus cuerpos y a afirmarse en la fe. Debe enseñárseles lo que significa comer la carne y beber la sangre del Hijo de Dios. Cristo dijo: “Las palabras que yo os he hablado, son espíritu, y son vida”. Juan 6:63{CRA 536.4}
Nuestros sanatorios deben ser escuelas donde se dé enseñanza en los ramos médico-misioneros. Deben dar a las almas heridas por el pecado las hojas del árbol de la vida, las cuales les devolverán la paz, la esperanza y la fe en Jesucristo.—Joyas de los Testimonios 3:367 (1909){CRA 537.1}
Preparación para la oración en procura de sanidad
773. Trabajo perdido es enseñar a la gente a considerar a Dios como sanador de sus enfermedades, si no se le enseña también a desechar las prácticas malsanas. Para recibir las bendiciones de Dios en respuesta a la oración, se debe dejar de hacer el mal y aprender a hacer el bien. Las condiciones en que se vive deben ser saludables, y los hábitos de vida correctos. Se debe vivir en armonía con la ley natural y espiritual de Dios.—El Ministerio de Curación, 173, 174 (1905){CRA 537.2}
La responsabilidad del médico de iluminar a sus pacientes
774. Las instituciones de salud en favor de los enfermos serán los mejores lugares para educar a los que sufren a vivir de acuerdo con las leyes de la naturaleza, y a cesar en sus prácticas destructoras de la salud en materia de hábitos erróneos en el régimen y en el vestido, que están de acuerdo con los hábitos y las costumbres del mundo, hábitos y costumbres que no están en sentido alguno de acuerdo con las disposiciones de Dios. Esas instituciones están haciendo una buena obra para iluminar nuestro mundo. {CRA 537.3}
Existe ahora una necesidad positiva de que aun los médicos, reformadores en la línea del tratamiento de la enfermedad, pongan mayor esfuerzo para llevar hacia adelante y hacia arriba la obra en favor de sí mismos, y que instruyan con todo interés a los que acudan a ellos en procura de su habilidad médica para cerciorarse de la causa de sus enfermedades. Deben llamar la atención de esas personas de manera especial a las leyes que Dios ha establecido, que no pueden ser violadas impunemente. Ellos se espacian mucho en el proceso de la enfermedad, pero por regla general no despiertan la atención a las leyes que deben ser sagrada e inteligentemente obedecidas para prevenir la enfermedad. Especialmente si el médico no ha sido correcto en sus prácticas dietéticas, si no ha restringido su apetito a un menú sencillo y sano, descartando en gran medida el uso de la carne de animales muertos—si le gusta la carne—ha educado y cultivado un gusto por el alimento malsano. Como sus ideas son estrechas, él educará y disciplinará con mucha facilidad el gusto y el apetito de sus pacientes para que amen las cosas que él ama, en lugar de darles los sanos principios de la reforma pro salud. Prescribirá para los pacientes carne, cuando es el peor régimen que puedan tener; estimula, pero no da fuerza. Ellos no investigan los hábitos anteriores de comer y beber de éstos, ni toman nota especial de los hábitos erróneos que por muchos años han estado echando el fundamento de la enfermedad. {CRA 538.1}
Deben prepararse médicos concienzudos para iluminar a los ignorantes, y éstos deben hacer sus prescripciones con sabiduría, prohibiendo las cosas que en el régimen alimenticio de sus pacientes saben que son erróneas. Deben denunciar con sencillez las cosas que consideran perjudiciales para las leyes de la salud, y dejar a estas personas que sufren para que actúen a conciencia a fin de hacer en favor de sí msimas las cosas que pueden hacer, y así colocarlas en la debida relación con las leyes de la vida y la salud.—Manuscrito 22, 1887{CRA 538.2}
[Deber de los médicos y ayudantes de educar su propio gusto—720{CRA 539.1}
[La responsabilidad del médico de educar por la pluma y la palabra acerca de la forma de cocinar saludable—382{CRA 539.2}
[Los pacientes del Instituto de Salud deben ser enseñados a dejar la carne—720{CRA 539.3}
Un solemne encargo
775. Cuando un médico ve que un paciente está sufriendo de una enfermedad causada por la manera indebida de comer y beber, y sin embargo deja de decírselo, y de señalarle la necesidad de una reforma, está causando un perjuicio a un semejante. Los ebrios, los maníacos, los que son dados a la licencia, todos recurren al médico para que éste declare con claridad y en forma precisa que el sufrimiento es el resultado del pecado. Nosotros hemos recibido gran luz sobre la reforma pro salud. ¿Por qué, entonces, no somos más decididos y fervientes en luchar para contrarrestar las causas que producen la enfermedad? Viendo el conflicto constante con el dolor, trabajando continuamente para aliviar el sufrimiento, ¿cómo pueden nuestros médicos guardar silencio? ¿Pueden ellos abstenerse de elevar la voz de advertencia? ¿Son realmente benévolos y misericordiosos si no enseñan la temperancia estricta como un remedio para la enfermedad?—Testimonies for the Church 7:74, 75 (1902){CRA 539.4}
Los reformadores del régimen necesitan valor moral
776. Puede hacerse muchísimo bien instruyendo a todos aquellos a quienes tenemos acceso con respecto a los mejores medios, no sólo de curar al enfermo, sino de prevenir la enfermedad y el sufrimiento. El médico que trata de iluminar a sus pacientes en cuanto a la naturaleza y las causas de sus enfermedades, y trata de enseñarles cómo evitar la enfermedad, puede tener una obra difícil, pero si él es un reformador concienzudo, hablará con sencillez de los efectos ruinosos de la complacencia propia en el comer, beber, y vestir, y del abuso de las fuerzas vitales que ha llevado a sus pacientes a donde están. No aumentará el mal de sus enfermos administrándoles drogas hasta que la naturaleza exhausta abandone la lucha, sino que les enseñará cómo formar hábitos correctos, y cómo ayudar a la naturaleza en su tarea de restauración por medio de un uso sabio de sus propios remedios sencillos. {CRA 539.5}
En todas nuestras instituciones de salud, la instrucción con respecto a las leyes de la salud debe convertirse en un rasgo distintivo de la obra. Los principios de la reforma pro salud deben presentarse cuidadosa y cabalmente delante de todos, tanto pacientes como ayudantes. Esta obra requiere valor moral, pues aun cuando muchos resultarán beneficiados por tales esfuerzos, otros se ofenderán. Pero el verdadero discípulo de Cristo, aquel cuya mente está en armonía con la mente de Dios, mientras está aprendiendo de continuo, también estará enseñando, guiando las mentes de los demás hacia arriba, y alejándolas de los errores prevalecientes del mundo. [C.T.B.H.]—Counsels on Health, 451, 452 (1890){CRA 540.1}
Cooperación entre los sanatorios y los colegios
777. Se ha dado instrucción clara según la cual nuestras instituciones educacionales deben estar relacionadas con nuestros sanatorios dondequiera que esto sea posible. La obra de ambas instituciones ha de combinarse. Estoy agradecida de que tenemos un colegio en Loma Linda. El talento educacional de médicos competentes es una necesidad para las escuelas donde han de prepararse para el servicio evangelistas médico-misioneros. Ha de enseñarse a los alumnos en el colegio a ser estrictos reformadores en materia de salud. La instrucción dada con respecto a la enfermedad y sus causas, y a cómo prevenir la enfermedad, y la preparación dada en materia de tratamiento de los enfermos, resultará una educación muy valiosa, un tipo de educación que debieran tener los alumnos de todos nuestros colegios. {CRA 540.2}
La combinación de la obra de todos nuestros colegios y de nuestros sanatorios resultará una ventaja de muchas maneras. Por medio de la instrucción dada por el sanatorio, los alumnos aprenderán cómo evitar la formación de hábitos intemperantes y descuidados en el comer.—Carta 82, 1908{CRA 541.1}
En la obra evangelística y en las misiones de las ciudades
778. Como pueblo se nos ha confiado la obra de dar a conocer los principios de la reforma pro salud. Hay algunos que piensan que la cuestión del régimen no es de suficiente importancia para ser incluida en nuestra obra evangelística. Pero los tales cometen un gran error. La Palabra de Dios declara: “Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios”. 1 Corintios 10:31. El asunto de la temperancia con todas sus implicaciones tiene un importante lugar en la obra de la salvación. {CRA 541.2}
En relación con nuestras misiones que funcionan en las ciudades debe haber salas adecuadas donde las personas en quienes se ha despertado interés puedan ser reunidas para impartirles instrucción. Esta obra necesaria no ha de realizarse de una manera tan pobre que se haga una impresión desfavorable sobre la mente de la gente. Todo lo que se haga debe dar un testimonio favorable con respecto al Autor de la verdad, y debe representar debidamente el carácter sagrado y la importancia de las verdades del mensaje del tercer ángel.—Testimonies for the Church 9:112 (1909){CRA 541.3}
779. En todas nuestras misiones, algunas mujeres con capacidad deben estar a cargo de los preparativos domésticos: mujeres que sepan cómo preparar alimentos de manera atractiva y saludable. La mesa debe tener una abundante provisión de alimentos de la mejor calidad. Si alguien tiene un gusto pervertido que reclama té, café, condimentos y platos malsanos, instrúyaselo. Trátese de despertar su conciencia. Trátese de presentarle los principios de la Biblia sobre el asunto de la higiene.—Christian Temperance and Bible Hygiene, 117Counsels on Health, 449, 450 (1890){CRA 542.1}
Enseñen los ministros los principios de la reforma
780. Debemos instruirnos a nosotros mismos, no solamente a vivir en armonía con las leyes de la salud, sino también a enseñar a otros los mejores métodos. Muchas personas, aun entre los que profesan creer las verdades especiales para este tiempo, son lamentablemente ignorantes con respecto a la salud y la temperancia. Necesitan ser educadas, línea sobre línea, precepto sobre precepto. Debe mantenerse vivo este tema delante de ellas. No debe pasarse sobre este asunto como sobre algo que no es esencial; porque la atención de casi cada familia necesita ser atraída sobre esta cuestión. La conciencia debe ser alertada al deber de practicar los principios de la verdadera reforma. Dios pide que su pueblo sea temperante en todas las cosas. A menos que sus hijos practiquen la verdadera temperancia, ellos no serán y no podrán ser susceptibles a la influencia santificadora de la verdad. {CRA 542.2}
Nuestros ministros deben familiarizarse con esta cuestión. No deben ignorarla, ni tampoco debe ser puesta a un lado por quienes se llaman extremistas. Descubran ellos qué es lo que constituye la verdadera reforma pro salud, enséñense sus principios, tanto por precepto como por un ejemplo silencioso y consecuente. En nuestras grandes reuniones, debe darse instrucción sobre la salud y la temperancia. Trátese de despertar el intelecto y la conciencia. Pónganse en acción todos los talentos, y continúese la obra con publicaciones sobre el tema. “Educad, educad, educad”, es el mensaje que ha sido grabado en mi mente.—Christian Temperance and Bible Hygiene, 117Counsels on Health, 449 (1890){CRA 542.3}
781. A medida que nos acercamos al tiempo del fin, debemos elevarnos cada vez más alto en el asunto de la reforma pro salud y la temperancia cristiana, presentándolas de una manera más positiva y decidida. Debemos esforzarnos constantemente por educar al pueblo, no sólo por medio de nuestras palabras, sino por nuestras prácticas. El precepto y la práctica combinados tienen una influencia eficaz.—Testimonies for the Church 6:112 (1900){CRA 543.1}
Un llamado a los pastores, a los presidentes de asociación y a otros dirigentes
782. Nuestros ministros deben llegar a conocer los principios de la reforma pro salud. Necesitan llegar a familiarizarse con la fisiología y la higiene; deberían entender las leyes que gobiernan la vida física y su influencia sobre la salud de la mente y del alma. {CRA 543.2}
Miles y miles de personas saben poco acerca del cuerpo maravilloso que Dios les ha dado o acerca del cuidado que debe recibir; y ellos consideran de mayor importancia estudiar materias de mucho menor consecuencia. Los pastores tienen una obra que hacer aquí. Cuando ellos asuman una posición correcta sobre este asunto, mucho se podrá ganar. En su propia vida y en sus hogares deben obedecer las leyes de la vida, practicar los rectos principios y vivir en forma saludable. Entonces podrán hablar correctamente sobre este asunto, conduciendo a la gente constantemente a nuevas alturas en la obra de reforma. Viviendo en la luz ellos mismos, pueden dar un mensaje de gran valor a los que necesiten precisamente ese testimonio. {CRA 543.3}
Existen preciosas bendiciones y una rica experiencia que pueden obtenerse si los ministros combinan la presentación del tema de la salud con todas sus labores en las iglesias. El pueblo debe tener la luz sobre la reforma pro salud. Esta obra ha sido descuidada, y muchos están por morir porque necesitan la luz que deberían tener y que necesitan tener antes de poder abandonar la complacencia egoísta. {CRA 544.1}
Los presidentes de nuestras asociaciones necesitan darse cuenta de que ya es tiempo para asumir la debida actitud en esta materia. Los pastores y los maestros han de dar a los demás la luz que ellos han recibido. Se necesita su obra en relación con cada uno de los aspectos. Dios los ayudará; Dios fortalecerá a sus siervos que toman una firme posición, y que no serán desviados de la verdad y de la justicia para acomodarse a la complacencia propia. {CRA 544.2}
La tarea de educar en el ramo misionero-médico es un paso de avance de gran importancia en la obra de despertar al hombre a sus responsabilidades morales. Si los pastores hubieran recurrido a esta labor en sus diversos departamentos de acuerdo con la luz que Dios ha dado, habría habido una reforma más decidida en el comer, el beber y el vestir. Pero algunos han obstaculizado directamente el camino del progreso de la reforma pro salud. Ellos han detenido a la gente por sus observaciones de indiferencia y condenación, y por sus bromas y chistes. Ellos mismos y una gran cantidad de otras personas han estado sufriendo hasta la muerte, pero no todos han aprendido todavía a ser sabios. {CRA 544.3}
Ha sido sólo en base a la lucha más agresiva como se ha hecho algún progreso. El pueblo no estaba dispuesto a negarse a sí mismo, no estaba dispuesto a someter la mente a la voluntad de Dios; y en sus propios sufrimientos, y en su influencia sobre otros, estas personas se han dado cuenta de los seguros resultados de una conducta semejante. {CRA 544.4}
La iglesia está haciendo historia. Cada día es una batalla y una marcha. Por todos lados estamos acosados por enemigos invisibles. O vencemos por medio de la gracia que Dios nos da o somos vencidos. Insto a aquellos que están adoptando una posición neutral con respecto a la reforma pro salud a que se conviertan. Esta luz es preciosa, y el Señor me da el mensaje para instar a todos los que llevan responsabilidades en algún ramo de la obra de Dios a prestar oídos al hecho de que la verdad debe tener la primacía en el corazón y en la vida. Solamente así puede alguien hacer frente a las tentaciones que con toda seguridad ellos encontrarán en el mundo.—Testimonies for the Church 6:376-378 (1900){CRA 545.1}
El no practicar la reforma pro salud descalifica para el ministerio
¿Por qué es que algunos de nuestros hermanos que ministran manifiestan tan poco interés en la reforma pro salud? Es porque la instrucción sobre la temperancia en todas las cosas se opone a su práctica de complacerse a sí mismos. En algunos lugares ésta ha sido la gran piedra de tropiezo en la tarea de hacer que el pueblo investigue, practique y enseñe la reforma pro salud. Ningún hombre debe ser consagrado como maestro del pueblo mientras su propia enseñanza o ejemplo contradiga el testimonio que Dios ha dado a sus siervos para que presenten con respecto al régimen, porque esto traerá confusión. Su falta de consideración por la reforma pro salud los descalifica para presentarse como mensajeros del Señor. {CRA 545.2}
La luz que el Señor ha dado sobre este terna en su Palabra es clara, y los hombres serán probados de muchas maneras para ver si le prestarán oído. Cada iglesia, cada familia, necesita ser instruida con respecto a la temperancia cristiana. Todos deben saber cómo comer y beber como para preservar la salud. Estamos en medio de las escenas finales de la historia de este mundo; y debe haber acción armoniosa en las filas de los observadores del sábado. Los que se apartan de la gran obra de instruir al pueblo sobre este asunto, no están siguiendo en los pasos del gran Médico. “Si alguno quiere venir en pos de mí—dijo Cristo—, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame”. Mateo 16:24{CRA 545.3}
Educación sobre salud en el hogar
783. Los padres han de vivir más para sus hijos y menos para la sociedad. Estudiad los asuntos relacionados con la salud, y practicad vuestros conocimientos. Enseñad a vuestros hijos a razonar de la causa al efecto. Enseñadles que si quieren salud y felicidad, tienen que obedecer las leyes de la naturaleza. Aunque no veáis en vuestros hijos adelantos tan rápidos como desearíais, no os desalentéis; antes bien proseguid vuestro trabajo con paciencia y perseverancia. {CRA 546.1}
Enseñad a vuestros niños desde la cuna a practicar la abnegación y el dominio propio. Enseñadles a gozar de las bellezas de la naturaleza y a ejercitar sistemáticamente en ocupaciones útiles todas sus facultades corporales e intelectuales. Educadlos de modo que lleguen a tener una constitución sana y buenos principios morales, una disposición alegre y un genio apacible. Inculcad en sus tiernas inteligencias la verdad de que Dios no nos ha creado para que viviéramos meramente para los placeres presentes, sino para nuestro bien final. Enseñadles que el ceder a la tentación es dar prueba de debilidad y perversidad, mientras que el resistir a ella denota nobleza y virilidad. Estas lecciones serán como semilla sembrada en suelo fértil, y darán fruto que llenará de alegría vuestro corazón.—El Ministerio de Curación, 299, 300 (1905){CRA 546.2}
La obra de Dios obstaculizada por una complacencia egoísta
784. Hay un mensaje que presentar en cada iglesia con respecto a la reforma pro salud. Hay una obra que hacer en cada escuela. Ni al director ni a los maestros debiera encargárseles la juventud hasta que tengan un conocimiento práctico sobre este tema. Algunos se han sentido en la libertad de criticar y poner en duda y encontrar faltas en los principios de la reforma pro salud, de la cual saben poco por experiencia. Ellos deben sostener, hombro a hombro, y corazón a corazón a los que están trabajando en la debida dirección. {CRA 547.1}
El asunto de la reforma pro salud ha sido presentado en las iglesias; pero la luz no ha sido recibida de todo corazón. Las complacencias egoístas destructoras de la salud practicadas por hombres y mujeres han contrarrestado la influencia del mensaje que ha de preparar al pueblo para el gran día de Dios. Si las iglesias esperan fuerza, deben vivir la verdad que Dios les ha dado. Si los miembros de nuestras iglesias no prestan atención a la luz sobre este asunto, cosecharán el seguro resultado en una degeneración tanto espiritual como física. Y la influencia de estos miembros de iglesia más antiguos se hará sentir sobre los que han aceptado recientemente la fe. El Señor no obra para traer a muchas almas a la verdad, debido a los miembros de iglesia que nunca han estado convertidos, y a aquellos que una vez se convirtieron, pero que han apostatado. ¿Qué influencia tienen sobre los nuevos conversos estos miembros no consagrados? ¿No anularían el efecto del mensaje dado por Dios que su pueblo ha de presentar?—Testimonies for the Church 6:370, 371 (1900){CRA 547.2}
Cada miembro ha de impartir la verdad
785. Hemos llegado a un tiempo en el cual cada miembro de la iglesia debe hacer obra misionera médica. Este mundo se parece a un hospital lleno de víctimas de enfermedades físicas y espirituales. Por todas partes, hay gente que muere por carecer del conocimiento de las verdades que nos han sido confiadas. Es necesario que los miembros de la iglesia despierten y comprendan su responsabilidad en cuanto a dar a conocer estas verdades. Los que han sido alumbrados por la verdad deben ser portaluces para el mundo. En el tiempo actual, ocultar nuestra luz sería una gravísima falta. El mensaje que Dios dirige a su pueblo hoy es éste: “Levántate, resplandece; porque ha venido tu lumbre, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti”. Isaías 60:1{CRA 548.1}
Por todas partes, se ven personas que han tenido mucha luz y conocimiento elegir voluntariamente el mal antes que el bien. No tratan de reformarse, y empeoran de día en día. Mas los hijos de Dios no deben vivir en las tinieblas. Como reformadores, deben andar en la luz.—Joyas de los Testimonios 3:102 (1902){CRA 548.2}
Estableced nuevos centros
786. Es un deber positivo del pueblo de Dios entrar en nuevas regiones. Pónganse en ejercicio fuerzas para preparar nuevo terreno, para establecer nuevos centros de influencia dondequiera se encuentre un lugar abierto. Comprometed a obreros que posean verdadero celo misionero, y avancen ellos para difundir la luz y el conocimiento cerca y lejos. Deben ellos llevar los principios vivos de la reforma pro salud a las localidades que en gran medida ignoran estos principios. Fórmense clases, y dése instrucción con respecto al tratamiento de las enfermedades.—Testimonies for the Church 8:148 (1904){CRA 548.3}
787. Un vasto campo de actividad se abre delante de las mujeres así como de los hombres. Se necesitan cocineras competentes, costureras y enfermeras. Enseñad a los pobres a cocinar los alimentos, a remendar sus ropas, a atender a los enfermos y a cuidar debidamente sus casas. Debiera acostumbrarse a los niños a hacerse útiles prestando pequeños servicios a los que son menos favorecidos que ellos.—Joyas de los Testimonios 3:302, 303 (1909){CRA 549.1}
Educadores, avanzad
788. La obra de la reforma pro salud es el medio del Señor para disminuir el sufrimiento en el mundo y para purificar a su iglesia. Enseñad al pueblo el hecho de que puede actuar como la mano ayudadora de Dios, cooperando con el obrero maestro en la restauración de la salud física y espiritual. Esta obra lleva la rúbrica del cielo, y abrirá las puertas de entrada para otras verdades preciosas. Hay lugar para que trabajen todos los que quieren hacerse cargo de esta obra inteligentemente. {CRA 549.2}
Mantened la obra de la reforma pro salud en la vanguardia, es el mensaje que debo presentar, según la instrucción que he recibido. Mostrad tan claramente su valor que se sienta una amplia necesidad del mismo. La abstinencia de todos los alimentos y las bebidas perjudiciales es el fruto de la verdadera religión. El que se convierta en forma cabal abandonará totalmente todo hábito y apetito perniciosos. Por medio de una abstinencia total vencerá su deseo de una gratificación destructora de la salud. {CRA 549.3}
Se me instruye para que diga a los educadores en la reforma pro salud: Avanzad. El mundo necesita cada partícula de influencia que podáis ejercer para hacer retroceder la ola de la miseria moral. Que los que enseñan el mensaje del tercer ángel se mantengan fieles a sus colores.—Testimonies for the Church 9:112, 113 (1909){CRA 549.4}
Capítulo 32—Como presentar los principios de la reforma pro salud
Mantened en vista el gran objeto de la reforma
789. Se nota gran falta de instrucción respecto a la reforma dietética. A los malos hábitos en el comer y al consumo de manjares malsanos se debe gran parte de la intemperancia, los crímenes y la miseria que azotan al mundo. {CRA 550.1}
Al enseñar los principios que rigen la salud, téngase presente el gran objeto de la reforma, que es obtener el mayor desenvolvimiento del cuerpo, la mente y el espíritu. Demuéstrese que las leyes de la naturaleza, por ser leyes de Dios, fueron establecidas para nuestro bien; que la obediencia a ellas favorece la felicidad en esta vida, y contribuye a preparar para la vida futura. {CRA 550.2}
Indúzcase a la gente a que estudie la manifestación del amor de Dios y de su sabiduría en las obras de la naturaleza. Indúzcasela a que estudie el maravilloso organismo del cuerpo humano y las leyes que lo rigen. Los que disciernen las pruebas del amor de Dios, que entienden algo de la sabiduría y el buen propósito de sus leyes, así como de los resultados de la obediencia, llegarán a considerar sus deberes y obligaciones desde un punto de vista muy diferente. En vez de ver en la observancia de las leyes de la salud un sacrificio y un renunciamiento, la tendrán por lo que es en realidad: un inapreciable beneficio. {CRA 550.3}
Todo obrero evangélico debe comprender que la enseñanza de los principios que rigen la salud forma parte de la tarea que se le ha señalado. Esta es muy necesaria y el mundo la espera.—El Ministerio de Curación, 105 (1905){CRA 550.4}
790. Las exigencias de Dios deben estamparse en la conciencia. Hombres y mujeres deben despertar y sentir su obligación de dominarse a sí mismos, su necesidad de ser puros y libertados de todo apetito depravante y de todo hábito envilecedor. Han de reconocer que todas las facultades de su mente y de su cuerpo son dones de Dios, y que deben conservarlas en la mejor condición posible para servirle.—El Ministerio de Curación, 92 (1905){CRA 551.1}
Seguid los métodos del salvador
791. Sólo el método de Cristo será el que dará éxito para llegar a la gente. El Salvador trataba con los hombres como quien deseaba hacerles bien. Les mostraba simpatía, atendía a sus necesidades y se ganaba su confianza. Entonces les decía: “Seguidme”. {CRA 551.2}
Es necesario acercarse a la gente por medio del esfuerzo personal. Si se dedicara menos tiempo a sermonear y más al servicio personal, se conseguirían mayores resultados. Hay que aliviar a los pobres, atender a los enfermos, consolar a los afligidos y dolientes, instruir a los ignorantes y aconsejar a los inexpertos. Hemos de llorar con los que lloran y regocijarnos con los que se regocijan. Acompañada del poder de persuasión, del poder de la oración, del poder del amor de Dios, esta obra no será ni puede ser infructuosa. {CRA 551.3}
Hemos de recordar siempre que el objeto de la obra misionera médica consiste en dirigir a los enfermos del pecado hacia el Mártir del Calvario, que quita el pecado del mundo. Contemplándole, se transmutarán a su semejanza. Debemos animar al enfermo y al doliente a que miren a Jesús y vivan. Pongan los obreros cristianos a Cristo, el divino Médico, en la continua presencia de aquellos a quienes desalentó la enfermedad del cuerpo y del alma. Dirijan sus miradas hacia Aquel que puede sanar la enfermedad física y la espiritual. Háblenles de Aquel que se compadece de sus flaquezas. Persuádanles a que se entreguen al cuidado de Aquel que dio su vida para que ellos puedan obtener vida eterna. Háblenles de su amor, del poder que tiene para salvar.—El Ministerio de Curación, 102, 103 (1905){CRA 551.4}
Usad de tacto y cortesía
792. En todo vuestro trabajo, recordad que estáis unidos con Cristo y que sois parte del gran plan de la redención. El amor de Cristo debe fluir por vuestra conducta como un río de salud y vida. Mientras procuráis atraer a otros al círculo del amor de Cristo, la pureza de vuestro lenguaje, el desprendimiento de vuestro servicio, y vuestro comportamiento gozoso han de atestiguar el poder de su gracia. Dad al mundo una representación de Cristo tan pura y justa, que los hombres puedan contemplarle en su hermosura. {CRA 552.1}
Poca utilidad tiene el intento de reformar a los demás atacando de frente lo que consideremos malos hábitos suyos. Tal proceder resulta a menudo más perjudicial que benéfico. En su conversación con la samaritana, en vez de desacreditar el pozo de Jacob, Cristo presentó algo mejor. “Si conocieses el don de Dios—dijo—, y quién es el que te dice: Dame de beber: tú pedirías de él, y él te daría agua viva”. Juan 4:10. Dirigió la plática al tesoro que tenía para regalar y ofreció a la mujer algo mejor de lo que ella poseía: el agua de vida, el gozo y la esperanza del Evangelio. {CRA 552.2}
Esto ilustra la manera en que nos toca trabajar. Debemos ofrecer a los hombres algo mejor de lo que tienen, es decir la paz de Cristo, que sobrepuja todo entendimiento. Debemos hablarles de la santa ley de Dios, trasunto fiel de su carácter y expresión de lo que él desea que lleguen a ser... {CRA 552.3}
De todos los habitantes del mundo, los reformadores deben ser los más abnegados, bondadosos y corteses. En su vida debe manifestarse la verdadera bondad de las acciones desinteresadas. El que al trabajar carece de cortesía, que se impacienta por la ignorancia y aspereza de otros, que habla descomedidamente u obra atolondradamente, puede cerrar la puerta de los corazones de modo que nunca podrá llegar a ellos.—El Ministerio de Curación, 113, 114 (1905){CRA 553.1}
La reforma en el régimen alimenticio debe ser progresiva
793. Desde el comienzo de la reforma pro salud, hemos encontrado que era necesario educar, educar y educar. Dios desea que continuemos esta obra... {CRA 553.2}
Al enseñar la reforma pro salud, como en toda otra obra evangélica, debemos tener en cuenta la situación de la gente. Hasta que podamos enseñarle a preparar alimentos saludables, apetitosos, nutritivos, y sin embargo, poco costosos, no estamos libres para presentar los principios más adelantados de la alimentación saludable. {CRA 553.3}
Sea progresiva la reforma alimenticia. Enséñese a la gente a preparar alimentos sin mucho uso de leche o mantequilla. Expliquémosle que llegará pronto el tiempo en que será peligroso usar huevos, leche, crema o mantequilla, porque las enfermedades aumentan proporcionalmente a la maldad que reina entre los hombres. Se acerca el tiempo en que, debido a la iniquidad de la especie caída, toda la creación animal gemirá bajo las enfermedades que azotan nuestra tierra. {CRA 553.4}
Dios dará a su pueblo capacidad y tacto para preparar alimentos sanos sin aquellas cosas. Descarte nuestro pueblo todas las recetas malsanas. Aprenda a vivir en forma saludable y enseñe a otros lo que aprendió. Sepa impartir este conocimiento como impartiría la instrucción bíblica. Enseñe a la gente a conservar la salud y aumentar su vigor, evitando mucho del arte culinario que ha llenado el mundo con inválidos crónicos. Por precepto y ejemplo demuestre claramente que el alimento que Dios dio a Adán en su estado sin pecado es el mejor para el consumo del hombre que procura recuperar ese estado sin pecado.—Joyas de los Testimonios 3:136, 138, 139 (1902){CRA 553.5}
Los que enseñan los principios de la reforma pro salud deben comprender la enfermedad y sus causas, y deben entender que toda acción del agente humano debe estar en perfecta armonía con las leyes de la vida. La luz que Dios ha dado con respecto a la reforma pro salud es para nuestra salvación y la salvación del mundo. Los hombres y las mujeres deben ser informados con respecto a la habitación humana preparada por nuestro Creador como su lugar de morada, y sobre la cual él desea que seamos fieles mayordomos. “Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo”. 2 Corintios 6:16{CRA 554.1}
Sostened los principios de la reforma pro salud, y permitid que el Señor guíe a los honrados de corazón. Presentad los principios de la temperancia en su forma más atractiva. Haced circular libros que den instrucción con respecto a una vida sana.—Testimonies for the Church 7:136 (1902){CRA 554.2}
La influencia de nuestras publicaciones sobre la salud
La gente se halla en una triste necesidad de la luz que sale de las páginas de nuestros libros y revistas sobre la salud. Dios desea usar estos libros y revistas como medios para hacer brillar la luz que llame la atención del pueblo, y le haga prestar atención a las amonestaciones del mensaje del tercer ángel. Nuestras revistas sobre salud son instrumentos en el campo para hacer una obra especial en la difusión de la luz que los habitantes del mundo deben tener en estos días de preparación divina. Ellas poseen una indecible influencia en interés de la reforma en pro de la salud, la temperancia y la pureza social, y realizarán mucho bien en la presentación de estos temas de una manera debida y en su verdadera luz ante el pueblo. {CRA 554.3}
Folletos sobre la reforma pro salud
794. Debe haber más esfuerzos fervorosos hechos para iluminar al pueblo sobre el gran tema de la reforma pro salud. Folletos de cuatro, ocho, doce, dieciséis páginas y más, que contengan artículos agudos, bien escritos sobre este gran asunto, deben esparcirse como las hojas del otoño.—The Review and Herald, 4 de noviembre de 1875{CRA 555.1}
[Debe enseñarse a los pacientes en los sanatorios por medio de disertaciones en la sala—426{CRA 555.2}
[Debe enseñarse a los pacientes en los sanatorios el régimen correcto por medio de una mesa debidamente provista—442, 443{CRA 555.3}
[Debe enseñarse temperancia a los pacientes de los sanatorios—474{CRA 555.4}
Manejad con sabiduría el asunto de la carne
795. En este país [Australia] existe una sociedad vegetariana organizada, pero el número de sus miembros es comparativamente pequeño. Entre la gente en general, la carne es usada mayormente por todas las clases. Es el artículo de alimentación más barato; y aun donde abunda la pobreza, se encuentra la carne sobre la mesa. Por lo tanto existe mayor necesidad de manejar con sabiduría el asunto de comer carne. Con respecto a este problema no debe haber movimientos bruscos. Debemos considerar la situación de la gente, y el poder de hábitos y prácticas que datan de toda la vida, y debemos ser cuidadosos para no imponer nuestras ideas a los demás, como si este asunto fuera una “prueba de discipulado”, y como si los que se alimentan especialmente de carne fueran los mayores pecadores. {CRA 555.5}
Todos deben tener la luz en este asunto, pero preséntesela cuidadosamente. Hábitos que durante toda la vida se pensó que eran correctos no han de ser cambiados por medidas drásticas o bruscas. Debemos educar a la gente en nuestros congresos campestres y en otras grandes asambleas. Aunque deben presentarse los principios de la reforma pro salud, la enseñanza debe respaldarse con el ejemplo. No se incluya ninguna clase de carne en nuestros restaurantes o comedores en los congresos, y reemplácese ésta con frutas, cereales y vegetales. Debemos practicar lo que enseñamos. Cuando nos sentamos a una mesa donde se proporciona carne, no hemos de atacar a los que la emplean, pero nosotros mismos debemos dejarla a un lado, y cuando se nos pregunta la razón por la cual hacemos esto, debemos explicar de manera amable por qué no la usamos.—Carta 102, 1896{CRA 556.1}
Tiempo para guardar silencio
796. Nunca he sentido que era mi deber decir que nadie debe probar la carne bajo ninguna circunstancia. Decir esto cuando la gente ha sido enseñada a vivir a base de carne en gran medida, sería llevar las cosas a los extremos. Nunca he sentido que era mi deber hacer declaraciones categóricas. Lo que he dicho lo he dicho dominada por un sentido del deber, pero he sido cuidadosa en mis declaraciones, porque no quería dar ocasión para que nadie fuera conciencia de otra persona... {CRA 556.2}
He estado pasando por una experiencia en este país que es similar a la experiencia que tuve en campos nuevos en los EE. UU. He visto familias cuyas circunstancias no les permitirían surtir su mesa con alimentos sanos. Vecinos no creyentes les han enviado porciones de carnes de animales recientemente sacrificados. Han hecho sopa con la carne, proporcionando a sus grandes familias de niños comidas a base de pan y sopa. No era mi deber, ni creía que era el deber de ninguna otra persona, sermonearlos acerca de los males de comer carne. Siento sincera piedad por las familias que acaban de aceptar la fe, y que están tan presionadas por la pobreza que no saben de dónde saldrá su próxima comida. No es mi deber darles un discurso acerca de la forma sana de comer. Hay un tiempo para hablar, y hay un tiempo para guardar silencio. La oportunidad constituida por circunstancias de este orden es la de hablar palabras que animen y bendigan en vez de condenar y reprobar. Los que han vivido a base de un régimen de carne toda su vida no ven el mal de continuar en esa práctica, y deben ser tratados con ternura.—Carta 76, 1895{CRA 556.3}
797. Mientras combatimos la glotonería y la intemperancia, debemos tener en cuenta las condiciones a las que la familia humana está sujeta. Dios ha suplido las necesidades de los que viven en las diferentes partes del mundo. Los que quieran colaborar con Dios deben reflexionar con cuidado antes de especificar qué alimentos deben consumirse o dejarse a un lado. Es necesario tratar con las poblaciones. Si la reforma pro salud se enseñara en su forma extrema a los que no pueden adoptarla por las circunstancias especiales en que se encuentran, de ello resultaría más mal que bien. Se me ha encargado que mientras predico el Evangelio a los pobres les aconseje que coman lo que es más nutritivo. No puedo decirles: “No debéis comer huevos ni leche ni crema; no debéis usar mantequilla al preparar vuestros alimentos”. El Evangelio debe ser predicado a los pobres, pero todavía no ha llegado el momento de prescribir el régimen más estricto.—Joyas de los Testimonios 3:363 (1909){CRA 557.1}
Un método erróneo de trabajar
798. No os aferréis a ideas aisladas ni hagáis de ellas pruebas, criticando a otros cuya práctica pueda no concordar con vuestra opinión; sino estudiad el tema en forma amplia y profunda, y tratad de poner vuestras ideas y prácticas en perfecta armonía con los principios de la verdadera temperancia cristiana. {CRA 558.1}
Hay muchos que tratan de corregir las vidas de otros atacando lo que ellos consideran como hábitos erróneos. Van a quienes piensan ellos que están en error, y les señalan el defecto, pero no tratan de dirigir la mente hacia los verdaderos principios. Tal conducta a menudo dista mucho de obtener los resultados debidos. Cuando hacemos evidente el hecho de que estamos tratando de corregir a otros, también despertamos su combatividad, y hacemos más mal que bien. Existe también peligro para el que reprocha. El que se arroga la tarea de corregir a otros, está propenso a cultivar el hábito de encontrar faltas, y pronto todo su interés consistirá en buscar faltas y encontrar defectos. No vigiléis a otros para buscar sus faltas o exponer sus errores. Educadlos en los mejores hábitos por el poder de vuestro propio ejemplo. {CRA 558.2}
Recuérdese siempre que el gran objeto de la reforma higiénica es asegurar el más elevado desarrollo de la mente, del alma y del cuerpo. Todas las leyes de la naturaleza—que son las leyes de Dios—han sido hechas para nuestro bien. La obediencia a las mismas promoverá nuestra felicidad en esta vida, y nos ayudará en la preparación para la vida por venir. {CRA 558.3}
Hay algo mejor acerca de lo cual hablar que las faltas y debilidades de los demás. Hablad de Dios y de sus obras maravillosas. Estudiad las manifestaciones de su amor y sabiduría en todas las obras de la naturaleza.—Christian Temperance and Bible Hygiene, 119, 120 (1890){CRA 558.4}
Enseñad por medio del ejemplo
799. En nuestro trato con los incrédulos, no permitamos que nos desvíen de los principios correctos. Al sentarnos a sus mesas, comamos con templanza, y únicamente alimentos que no confundan nuestra mente. Evitemos la intemperancia. No podemos debilitar nuestras facultades mentales o físicas, e incapacitarnos para discernir las cosas espirituales. Mantengamos nuestra mente en tal condición que Dios pueda inculcarle las preciosas verdades de su Palabra... No vigilemos a los demás para señalarles sus faltas o errores. Enseñemos por el ejemplo. Sean nuestra abnegación y nuestra victoria sobre el apetito una ilustración de cómo se obedece a los principios correctos. Dejemos que nuestra vida dé testimonio de la influencia santificadora y ennoblecedora de la verdad.—Joyas de los Testimonios 2:551, 552 (1900){CRA 559.1}
Presentad la temperancia en su forma más atractiva
800. El Señor desea que cada ministro, cada médico, cada miembro de la iglesia, sea cuidadoso para no imponer a los que ignoran nuestra fe cambios repentinos en el régimen, poniéndolos de esta manera en una prueba prematura. Sostened los principios de la reforma pro salud, y dejad que el Señor guíe a los honestos de corazón. Ellos oirán y creerán. El Señor no pide que sus mensajeros presenten las hermosas verdades de la reforma pro salud de una manera que perjudicará las mentes de otros. Que nadie coloque piedras de tropiezo delante de otros que transitan por las oscuras sendas de la ignorancia. Aun para alabar algo bueno, es conveniente que no sean demasiado entusiastas, no sea que desviemos del camino a quienes vengan a escuchar. Presentad los principios de la temperancia en su forma más atractiva. {CRA 559.2}
No debemos movernos en forma presuntuosa. Los obreros que entran en nuevos territorios para levantar iglesias no deben crear dificultades intentando hacer prominente el asunto del régimen. Deben ser cuidadosos para no trazar las líneas en forma demasiado precisa. Así se pondrán impedimentos en el camino de los demás. No empujéis a la gente. Guiadla yendo vosotros delante. Predicad la Palabra como es en Cristo Jesús... Los obreros deben poner a contribución esfuerzos resueltos y perseverantes, recordando que no todo puede aprenderse a la vez. Ellos deben tener una definida y paciente determinación a enseñar al pueblo.—Carta 135, 1902{CRA 560.1}
801. ¿No recordáis que tenemos que dar cuenta individualmente ante Dios? No hacemos de los artículos del régimen alimenticio una piedra de toque, pero tratamos de educar el intelecto, y de despertar la sensibilidad moral para aferrarse a la reforma pro salud de una manera inteligente, como Pablo la presenta en. Romanos 13:8-141 Corintios 9:24-271 Timoteo 3:8-12.—Manuscrito 1a, 1890{CRA 560.2}
Encontrad a la gente donde está
802. En una oportunidad Sara [McEnterfer] fue llamada a visitar a una familia que vivía en Dora Creek, en la cual todos los miembros de la casa estaban enfermos. El padre pertenecía a una familia muy respetable, pero había empezado a beber, y su esposa y sus hijos se hallaban en gran necesidad. En este tiempo de enfermedad no había en la casa nada adecuado para comer. Y ellos rehusaron comer nada que nosotros les lleváramos. Habían estado acostumbrados a la carne. Creímos que debía hacerse algo. Le dije a Sara: “Saque algunos pollos de mi casa y prepáreles un poco de sopa”. De esta manera les trató su enfermedad y los alimentó con esta sopa. Pronto se recuperaron. {CRA 560.3}
Ahora bien, esta es la conducta que seguimos. No les dijimos a la gente: No deben comer carne. Aunque nosotros mismos no usábamos carne, cuando pensábamos que era esencial para esa familia en su tiempo de enfermedad, les dimos lo que creíamos que necesitaban. Hay ocasiones en que debemos encontrar a la gente donde está. El padre de esta familia era un hombre inteligente. Cuando la familia se recuperó, les abrimos las Escrituras, y este hombre se convirtió, y aceptó la verdad. Se deshizo de su pipa y abandonó el uso de la bebida, y desde ese tiempo, mientras vivió, ni fumó ni bebió. Tan pronto como fue posible, los llevamos a nuestra granja y les dimos trabajo en el campo. Mientras estábamos lejos asistiendo a reuniones en Newcastle, este hombre murió. Algunos de nuestros obreros le proporcionaron tratamientos cuidadosos, pero el cuerpo del cual se había abusado por largo tiempo no pudo responder a sus esfuerzos. Pero murió como cristiano y como un observador de los mandamientos.—Carta 363, 1907{CRA 561.1}
Haciendo frente a puntos de vista extremos—Una declaración histórica*
803. Cuando regresamos de Kansas en el otoño de 1870, el Hno. B _____ estaba en casa enfermo con fiebre... y su caso era crítico... {CRA 561.2}
No había período de descanso para nosotros, por mucho que lo necesitáramos. La Review, el Reformer, y el Instructor debían ser editados. [Sus redactores estaban todos enfermos en esa oportunidad.]... Mi esposo comenzó su trabajo y yo lo ayudaba en lo que podía... {CRA 561.3}
La revista Reformer estaba casi muerta. El Hno. B. había insistido en las posiciones extremas del Dr. Trall. Esto había influido en el doctor para que presentara con mayor fuerza de lo que lo hubiera hecho de otra manera, la idea de descartar la leche, el azúcar y la sal. La posición de abandonar totalmente el uso de estas cosas puede ser correcta en su orden; pero no había llegado el tiempo para adoptar una resolución general sobre estos puntos. Y aquellos que toman una resolución, y abogan por el abandono completo de la leche, la manteca y el azúcar, deben tener sus propias mesas libres de estas cosas. El Hno. B _____, aun cuando asumía su posición en el Reformer junto con el Dr. Trall con respecto a los efectos perniciosos de la sal, la leche y el azúcar, no practicaba las cosas que enseñaba. Sobre su propia mesa estas cosas se usaban todos los días. {CRA 561.4}
Muchos de nuestros hermanos habían perdido su interés en el Reformer, y todos los días se recibían cartas con este pedido desanimador: “Por favor suspenda mi suscripción a elReformer”... No podíamos despertar interés en ninguna parte en el Oeste para obtener suscriptores a la revista Health Reformer. Vimos que los escritores del Reformer se estaban alejando del pueblo, y dejándolo a éste atrás. Si nosotros tomamos posiciones que cristianos concienzudos, quienes son en realidad reformadores, no pueden adoptar, ¿cómo podemos esperar beneficiar a la clase a la cual podemos alcanzar solamente desde el punto de vista de la salud?—Testimonies for the Church 3:18-21 (1870){CRA 562.1}
La paciencia, el cuidado y la consecuencia son necesarios en los movimientos de reforma
No debemos ir más rápido que lo que nos permita llevar con nosotros a aquellos cuya conciencia e intelecto están convencidos de las verdades que defendemos. Debemos encontrar a la gente donde está. A algunos de nosotros nos ha tomado años llegar a nuestra posición actual en la reforma pro salud. Es una tarea lenta la de obtener una reforma en el régimen. Tenemos apetitos poderosos a los cuales hacer frente; porque el mundo está dado a la glotonería. Si quisiéramos conceder al pueblo tanto tiempo como el que nosotros mismos hemos necesitado para llegar hasta nuestro presente estado avanzado en la reforma, seríamos muy pacientes con él, y le permitiríamos avanzar paso tras paso, como nosotros lo hemos hecho, hasta que sus pies estén firmemente establecidos en la plataforma de la reforma pro salud. Pero debemos ser muy cautos para no avanzar demasiado rápidamente, no sea que nos veamos obligados a volver sobre nuestros pasos. En materia de reforma, mejor es que lleguemos al punto donde nos falte un paso para alcanzar el blanco que excedernos un paso de él. Y si hay alguna clase de error, sea ésta hacia el lado del pueblo. {CRA 562.2}
Por encima de todas las cosas no debemos defender con la pluma posiciones que no practicamos en nuestras propias familias, en nuestras propias mesas. Hacerlo sería incurrir en una simulación, en una especie de hipocresía. En Míchigan podemos pasarlo bien sin sal, azúcar ni leche; mejor que muchos que están situados en el Oeste o en el Este, donde hay escasez de frutas... Sabemos que el uso liberal de estas cosas es positivamente perjudicial para la salud, y en muchos casos creemos que si no se usaran del todo, se disfrutaría de una salud mucho mejor. {CRA 563.1}
Pero actualmente nuestra preocupación no se concentra en estas cosas. La gente está tan atrasada que, según vemos, todo lo que puede soportar es que tracemos la línea que señala sus complacencias perjudiciales y los narcóticos estimulantes. Presentamos un testimonio positivo en contra del tabaco, las bebidas alcohólicas, el rapé, el té, el café, las carnes, la mantequilla, las especias, las tortas concentradas, los pasteles rellenos, las cantidades grandes de sal, y todas las sustancias excitantes utilizadas como artículos de alimentación. {CRA 563.2}
Y si vamos a personas que no han sido iluminadas con respecto a la reforma pro salud, y presentamos nuestras posiciones más fuertes al comienzo, hay peligro de que se desanimen cuando ven cuánto tienen que abandonar, de tal suerte que no harán ningún esfuerzo para reformarse. Debemos guiar a la gente a lo largo del camino con paciencia y en forma gradual, recordando la profundidad del pozo del cual hemos sido rescatados. {CRA 563.3}
Capítulo 33—Las escuelas de cocina
Una obra de la mayor importancia
804. Dondequiera que se realiza obra misionera-médica en nuestras grandes ciudades, deben organizarse escuelas de cocina; y dondequiera que se halle en marcha una obra misionera educacional vigorosa, debe establecerse un restaurante higiénico de alguna clase, que dé una ilustración práctica de la debida selección y de la preparación saludable de los alimentos.—Testimonies for the Church 7:55 (1902){CRA 564.1}
805. Deben conducirse escuelas de cocina. Ha de enseñarse a la gente cómo preparar alimentos sanos. Ha de mostrársele la necesidad de descartar los alimentos perjudiciales. Pero nunca debemos abogar por una dieta de hambre. Es posible tener un régimen sano, nutritivo, sin el uso de té, café ni carne. La tarea de enseñar a la gente cómo preparar un menú que sea al mismo tiempo sano y apetitoso, es de la mayor importancia.—Testimonies for the Church 9:112 (1909){CRA 564.2}
806. Algunos, después de adoptar un régimen vegetariano, vuelven al consumo de carne. Esto es de veras insensato y revela falta de conocimiento acerca de cómo proveer los debidos alimentos en lugar de la carne. {CRA 564.3}
En los Estados Unidos y en otros países deben dictarse cursos culinarios, dirigidos por instructores prudentes. Debemos hacer todo lo que podemos para mostrar a la gente el valor de la reforma en la alimentación.—Joyas de los Testimonios 3:134 (1902){CRA 564.4}
807. La reforma alimenticia debe ser progresiva. A medida que van aumentando las enfermedades en los animales, el uso de la leche y los huevos se vuelve más peligroso. Conviene tratar de sustituirlos con comestibles saludables y baratos. Hay que enseñar a la gente por doquiera a cocinar sin leche ni huevos en cuanto sea posible, sin que por esto dejen de ser sus comidas sanas y sabrosas.—El Ministerio de Curación, 247 (1905){CRA 565.1}
808. Los que puedan valerse de las ventajas de escuelas que enseñan un arte culinario higiénico, debidamente dirigidas, encontrarán que esto es de gran beneficio, tanto en su propia práctica como para enseñar a otros.—Christian Temperance and Bible Hygiene, 119 (1890){CRA 565.2}
En toda iglesia, escuela de iglesia y campo misionero
809. Cada iglesia debe ser escuela práctica de obreros cristianos. Sus miembros deberían aprender a dar estudios bíblicos, a dirigir y enseñar clases en las escuelas sabáticas, a auxiliar al pobre y cuidar al enfermo, y trabajar en pro de los inconversos. Debería haber escuelas de higiene, clases culinarias y para varios ramos de la obra caritativa cristiana. Debería haber no sólo enseñanza teórica, sino también trabajo práctico bajo la dirección de instructores experimentados.—El Ministerio de Curación, 107 (1905){CRA 565.3}
810. Todo restaurante higiénico debe ser una escuela para los obreros relacionados con él. En las ciudades esta rama de la obra debe hacerse en una escala mucho mayor que en los lugares más pequeños. Pero en todo lugar donde haya una iglesia y una escuela de iglesia, debe darse instrucción con respecto a la preparación de alimentos sencillos para el uso de quienes desean vivir de acuerdo con los principios de la reforma pro salud. Y en todos nuestros campos misioneros es posible hacer una obra similar. {CRA 565.4}
La obra de combinar frutas, semillas, cereales y raíces en alimentos sanos, es la obra del Señor. En todo lugar donde haya una iglesia establecida, anden humildemente delante de Dios los miembros de la misma. Traten de instruir a la gente acerca de los principios de la reforma pro salud.—Manuscrito 79, 1900{CRA 566.1}
Su debido lugar
811. Hasta donde sea posible, nuestros congresos campestres deben estar totalmente dedicados a intereses espirituales... Los asuntos administrativos deben ser atendidos por las personas especialmente designadas para esa tarea. Hasta donde sea posible, deben presentarse delante del pueblo en alguna otra ocasión fuera del congreso campestre. La instrucción con respecto al colportaje, a la obra de la escuela sabática, y a los detalles de la obra misionera y la obra con folletos, debe darse en las iglesias locales, o en reuniones especialmente convocadas al efecto. El mismo principio se aplica a las escuelas de cocina. Aunque ellas están muy bien en su lugar, no deben ocupar el tiempo de nuestros congresos.—Testimonies for the Church 6:44, 45 (1900){CRA 566.2}
Un agente reformador
812. Han de establecerse escuelas de cocina en muchos lugares. Esta obra puede empezar de una manera humilde, pero mientras cocineras inteligentes hacen lo mejor para instruir a otros, el Señor les dará habilidad y comprensión. La Palabra del Señor es: “No les impidáis; porque yo me revelaré a ellas como su instructor”. Dios obrará con aquellos que desarrollan los planes del Señor, enseñando a la gente cómo realizar una reforma en su régimen por medio de la preparación de alimentos sanos y económicos. Así los pobres serán animados a adoptar los principios de la reforma pro salud; serán ayudados a ser industriosos y a depender de sí mismos. {CRA 566.3}
Me ha sido presentado el hecho de que hombres y mujeres capaces estaban siendo enseñados por Dios a preparar alimentos sanos y apetitosos de una manera aceptable. Muchos de ellos eran jóvenes, y los había también de edad madura. He sido instruida a estimular la dirección de escuelas de cocina en todos los lugares donde se está haciendo obra misionera-médica. Debe usarse todo estímulo para inducir a la gente a la reforma. Hágase brillar sobre el pueblo tanta luz como sea posible. Enséñesele a hacer todas las mejoras que pueda en la preparación de los alimentos, y anímeselo a impartir a otros lo que aprende. {CRA 567.1}
¿No haremos todo lo que está de nuestra parte para hacer avanzar la obra en todas nuestras grandes ciudades? Miles y miles que viven cerca de nosotros necesitan ayuda de diversas maneras. Recuerden los ministros del Evangelio que el Señor Jesucristo dijo a sus discípulos: “Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder”. “Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada?”. Mateo 5:14, 13.—Testimonies for the Church 7:113, 114 (1902){CRA 567.2}
Enseñando de casa en casa
813. Debido a que las avenidas que conducen al alma han sido cerradas por el tirano del prejuicio muchos ignoran los principios de la vida sana. Puede prestarse buen servicio enseñando a la gente cómo preparar alimentos sanos. Esta línea de actividad es tan esencial como cualquier otra que pueda realizarse. Deben establecerse más escuelas de cocina, y algunos deben trabajar de casa en casa, dando instrucción en el arte de cocinar alimentos sanos. Muchísimos serán rescatados de la degeneración física, mental y moral por medio de la influencia de la reforma pro salud. Estos principios se recomendarán a sí mismos ante aquellos que buscan luz; y los tales avanzarán desde este punto para recibir toda la verdad para este tiempo. {CRA 567.3}
Dios quiere que sus hijos reciban para impartir. Como testigos imparciales y abnegados, han de dar a otros lo que el Señor les ha dado a ellos. Y al emprender vosotros esta tarea, cualesquiera sean los medios para alcanzar a los corazones, estad seguros de trabajar de una manera que elimine el prejuicio en vez de crearlo. Haced de la vida de Cristo vuestro estudio constante, y trabajad como él lo hizo, siguiendo su ejemplo.—The Review and Herald, 6 de junio de 1912{CRA 568.1}
Enseñando la reforma en la alimentación en reuniones de días feriados y en ocasiones especiales
814. Cuando acabábamos de recibir la luz de la reforma pro salud, solíamos, en los días feriados, llevar cocinas a los terrenos donde la gente se reunía, y allí mismo preparar pan sin leudar para hacer panecillos blandos. Y creo que el resultado de nuestros esfuerzos era bueno, aunque por supuesto no teníamos los preparados alimenticios llamados health foods [alimentos promotores de la salud] que ahora tenemos. En ese tiempo estábamos apenas comenzando a aprender cómo vivir sin el uso de la carne. {CRA 568.2}
Dábamos ciertas recepciones, y teníamos gran cuidado de que todo lo que preparábamos para la mesa fuera apetitoso y agradablemente servido. En la época de las frutas, solíamos obtener arándanos, frambuesas y frutillas arrancados directamente de las plantas. Hacíamos que nuestro menú fuera una lección objetiva que demostrara a los presentes que aun cuando nuestro régimen estaba de acuerdo con los principios de la reforma pro salud, se hallaba lejos de ser un régimen pobre. A veces se daba una corta disertación sobre temperancia en ocasión de estas comidas, y así la gente llegaba a familiarizarse con nuestros principios de vida. Hasta donde nosotros sepamos, a todos les agradaba y resultaban instruidos. Siempre teníamos algo que decir acerca de la necesidad de proporcionar alimento sano y de prepararlo en forma sencilla, y sin embargo de manera tan apetitosa y agradable, que los que comían estuvieran satisfechos. {CRA 568.3}
El mundo está lleno de tentación a complacer el apetito, y las palabras de advertencia, fervientes y directas, han realizado cambios maravillosos en familias y en individuos.—Carta 166, 1903{CRA 569.1}
Las oportunidades y los peligros de nuestros restaurantes
815. Se recibieron también instrucciones según las cuales en las ciudades habría oportunidad de hacer una obra similar a la que hicimos en las exposiciones de Battle Creek. De acuerdo con esta luz, se han establecido restaurantes higiénicos. Pero hay gran peligro de que nuestros obreros de los restaurantes estén tan imbuidos del espíritu de comercialismo, que dejen de impartir la luz que el pueblo necesita. Nuestros restaurantes nos ponen en contacto con muchas personas, pero si permitimos que nuestras mentes se concentren en el pensamiento de las ganancias económicas, dejaremos de cumplir el propósito de Dios. El quiere que nos valgamos de toda oportunidad para presentar la verdad que ha de salvar a hombres y mujeres de la muerte eterna. {CRA 569.2}
He tratado de asegurarme de cuántas almas han sido convertidas a la verdad como resultado de la obra del restaurante aquí en _____. Algunas pueden haber sido salvadas, pero muchas más podrían convertirse a Dios si se hiciera todo esfuerzo posible para conducir la obra según las disposiciones de Dios, dejando que la luz brille en la senda de los demás.{CRA 569.3}
Quiero decir a los obreros relacionados con los restaurantes: No sigáis trabajando como lo habéis hecho. Tratad de hacer que el restaurante sea un medio de comunicar a otros la luz de la verdad presente. Sólo para este propósito han sido establecidos nuestros restaurantes... {CRA 570.1}
Los obreros en el restaurante de _____ y los miembros de la iglesia de _____ necesitan estar completamente convertidos. A toda persona le ha sido dado el talento de la inteligencia. ¿Habéis recibido poder para prevalecer con Dios? “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”. Juan 1:12.—Manuscrito 27, 1906{CRA 570.2}
Tacto y discreción que necesitan los educadores
816. Deben hacerse más esfuerzos para enseñar a la gente los principios de la reforma pro salud. Deberían instituirse clases culinarias para dar a las familias instrucciones tocante al arte de preparar alimentos sanos. Las personas jóvenes y las de edad adulta deberían aprender a cocinar con más sencillez. En todo lugar donde la verdad sea presentada, debe enseñarse a la gente a preparar alimentos de un modo sencillo a la vez que apetitoso. Debe demostrársele que un régimen nutritivo puede ser alcanzado sin hacer uso de la carne...{CRA 570.3}
Se requiere mucho tacto y juicio para ordenar un régimen nutritivo destinado a reemplazar el que tenían antes las personas que aprenden a seguir la reforma pro salud. Se necesita fe en Dios, una voluntad firme y el deseo de ser útiles. Un régimen deficiente arroja descrédito sobre la reforma pro salud. Somos mortales, y debemos proveer a nuestros cuerpos una alimentación fortificante.—Joyas de los Testimonios 3:361 (1909){CRA 570.4}
Clases de cocina en todos nuestros colegios
817. En todos nuestros colegios debe haber personas capacitadas para enseñar arte culinario. Deben darse clases para instruir en esta materia. Los que están preparándose para el servicio sufren una gran pérdida cuando no tienen un conocimiento de cómo preparar alimentos que sean a la vez sanos y apetitosos. {CRA 571.1}
La ciencia de cocinar no es asunto de poca monta. La preparación hábil de los alimentos es una de las artes más esenciales. Debe ser considerada entre las más valiosas de todas las artes, porque se halla tan estrechamente relacionada con la vida. Tanto la fuerza física como la mental dependen en gran medida de los alimentos que comemos; por lo tanto el que prepara los alimentos ocupa una importante y elevada posición. Tanto los jóvenes como las señoritas deben aprender a cocinar en forma económica, y a prescindir de todo lo que tenga que ver con la carne. No se anime de ninguna manera la preparación de platos compuestos de carne en ninguna proporción; porque esto sería ir hacia las tinieblas de ignorancia de Egipto, antes que hacia la pureza de la reforma pro salud. {CRA 571.2}
Especialmente las mujeres deben aprender cómo cocinar. ¿Qué parte de la educación de una señorita es tan importante como ésta? Cualesquiera sean sus circunstancias en la vida, aquí hay un conocimiento que ella puede poner en uso práctico. Es un ramo de la educación que tiene la más directa influencia sobre la salud y la felicidad. Hay religión práctica en un buen pan.—Counsels to Parents, Teachers, and Students, 312, 313 (1913){CRA 571.3}
818. Vendrán a la escuela muchos jóvenes que desearán una preparación en ramos industriales. La enseñanza industrial debe incluir la contabilidad, la carpintería y todo lo que sea agricultura. Se debieran tomar medidas también para la enseñanza de trabajos de herrería, pintura, zapatería, cocina, panadería, lavandería, composturas, dactilografía e imprenta. Toda facultad que esté a nuestra disposición ha de ponerse a contribución en esta obra de preparación, a fin de que los alumnos salgan de la escuela equipados para los deberes de la vida práctica.—Joyas de los Testimonios 2:448 (1900){CRA 572.1}
819. En relación con nuestros colegios y sanatorios debe haber clases de arte culinario, donde se dé instrucción sobre la debida preparación de los alimentos. En todos nuestros colegios debe haber personas que estén capacitadas para educar a los alumnos, tanto a hombres como a mujeres, en el arte culinario. Especialmente las mujeres deben aprender a cocinar.—Manuscrito 95, 1901{CRA 572.2}
820. Los alumnos de nuestros colegios deben aprender a cocinar. Usese de tacto y habilidad en esta forma de la educación. Con todo engaño de iniquidad, Satanás está trabajando para desviar los pies de los jóvenes por las sendas de la tentación que conducen a la ruina. Debemos fortalecerlos y ayudarlos a soportar las tentaciones que han de enfrentarse por todas partes con respecto a la complacencia del apetito. El enseñarles la ciencia de una vida saludable es hacer obra misionera por el Maestro.—Testimonies for the Church 7:113{CRA 572.3}
821. La educación manual merece más atención de la que se le ha prestado. Se deberían establecer escuelas que, además de la cultura mental y moral superior, provean las mejores facilidades posibles para el desarrollo físico y la educación industrial. Se debería enseñar agricultura, industrias—tantos oficios útiles como sea posible—, economía doméstica, conocimientos culinarios, costura, confección de ropa higiénica, tratamientos a enfermos, y otras cosas parecidas.—La Educación, 213, 214 (1903){CRA 572.4}
Fidelidad en los deberes comunes
822. Muchos de los ramos de estudio que consumen el tiempo del alumno, no son esenciales para la utilidad o la felicidad; en cambio es esencial que todo joven se familiarice con los deberes de la vida diaria. Si fuera necesario, una joven podría prescindir del conocimiento del francés y del álgebra, o hasta del piano, pero es indispensable que aprenda a hacer buen pan, vestidos que le sienten bien y desempeñar eficientemente los diversos deberes pertenecientes al hogar. {CRA 573.1}
Para la salud y la felicidad de toda la familia, nada es de tan vital importancia como la pericia e inteligencia de la cocinera. Con comidas mal preparadas y malsanas podría estorbar y hasta arruinar tanto la utilidad del adulto como el desarrollo del niño. Del mismo modo, al proveer alimentos adaptados a las necesidades del cuerpo y al mismo tiempo atractivos y sabrosos, puede llevar a cabo tanto en la dirección debida como de otra manera llevaría a cabo en la dirección equivocada. Así que, en muchos sentidos, la felicidad de la vida está ligada a la fidelidad con que se desempeñan los deberes comunes. {CRA 573.2}
Puesto que tanto los hombres como las mujeres tienen una parte en la constitución del hogar, tanto los niños como las niñas deberían obtener un conocimiento de los deberes domésticos. El tender la cama, ordenar una pieza, lavar la loza, preparar una comida, lavar y remendar su ropa, constituyen una educación que no tiene por qué hacer menos varonil a ningún muchacho; lo hará más feliz y más útil.—La Educación, 212 (1903){CRA 573.3}
[Toda mujer debe llegar a ser una maestra del arte culinario—385{CRA 574.1}
[Importante y elevada posición del cocinero—371{CRA 574.2}
[Demostraciones sobre cocina que deben darse en los congresos campestres—763, 764{CRA 574.3}

[Ha de enseñarse a la gente a usar productos locales—376, 407{CRA 574.4}

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