Capítulo 14—Las
especias y los condimentos
555.
Los condimentos, tan frecuentemente usados por la gente del mundo, son ruinosos
para la digestión.—Carta
142, 1900. {CRA 403.1}
556.
Bajo el título de estimulantes y narcóticos se clasifica una gran variedad de
sustancias que, aunque empleadas como alimento y bebida, irritan el estómago,
envenenan la sangre y excitan los nervios. Su consumo es un mal positivo. Los
hombres buscan la excitación de estimulantes, porque, por algunos momentos,
producen sensaciones agradables. Pero siempre sobreviene la reacción. El uso de
estimulantes antinaturales lleva siempre al exceso, y es un agente activo para
provocar la degeneración y el decaimiento físico. {CRA 403.2}
En
esta época de apresuramiento, cuanto menos excitante sea el alimento, mejor.
Los condimentos son perjudiciales de por sí. La mostaza, la pimienta, las
especias, los encurtidos y otras cosas por el estilo, irritan el estómago y
enardecen y contaminan la sangre. La inflamación del estómago del borracho se
representa muchas veces gráficamente para ilustrar el efecto de las bebidas
alcohólicas. El consumo de condimentos irritantes produce una inflamación
parecida. El organismo siente una necesidad insaciable de algo más
estimulante.—El Ministerio de Curación, 250
(1905). {CRA 403.3}
557.
Los condimentos y las especias usados en la preparación de los alimentos para
la mesa ayudan a la digestión en la misma forma en que el té, el café y
las bebidas alcohólicas se piensa que le ayudan en sus tareas al hombre que
trabaja. Después que desaparecen los efectos inmediatos, hay un descenso
correspondiente debajo de lo normal así como hubo una elevación por encima de
lo normal cuando se tomaron estas sustancias estimulantes. El organismo es
debilitado. La sangre resulta contaminada, y la inflamación es el resultado
seguro.—(1896) E. from U.T. 6 {CRA 403.4}
Capítulo 15—Las
especias irritan el estómago y causan un apetito antinatural
558.
Nuestras mesas deben tener solamente los alimentos más sanos, que estén libres
de toda sustancia irritante. El apetito de bebidas alcohólicas resulta
estimulado por la preparación de alimentos con condimentos y especias. Estas
cosas causan un estado febril en el organismo, y el cuerpo exige beber para
aliviar la irritación. En mis frecuentes viajes a través del continente, yo no
voy a comer a los restaurantes, coches comedores u hoteles por la sencilla
razón de que no puedo comer los alimentos que allí se proveen. Los platos son
muy sazonados con sal y pimienta, y producen una sed casi intolerable...
Irritarían e inflamarían la delicada membrana estomacal... Tal es la clase de
alimentos comúnmente servidos en mesas de buen tono, y dados a niños. Estos
tienen el efecto de causar nerviosidad y crear sed, una sed que el agua no
puede apagar... Los alimentos deben prepararse de una manera tan sencilla como
sea posible, libres de condimentos y especias, y aun de una cantidad indebida
de sal.—The Review and Herald, 6 de
noviembre de 1883. {CRA 404.1}
[Los alimentos con especias crean el deseo de
beber con las comidas—570] {CRA
404.2}
559.
Algunos han complacido tanto su gusto, que a menos que tengan precisamente el
artículo de consumo que exigen, no hallan placer en corner. Si se pone
delante de ellos alimentos condimentados con especias, éstos hacen que el
estómago trabaje al castigarlo con ese ardiente látigo; porque ha sido tratado
de tal manera que no reconocerá alimentos que no sean estimulantes.—Carta 53, 1898. {CRA
404.3}
560.
Se colocan platos suculentos ante los niños: alimentos con especias, salsas
concentradas, tortas y pasteles. Estos alimentos muy sazonados irritan el
estómago, y hacen que éste reclame estimulantes aún más fuertes. No solamente
el apetito es tentado con alimentos inadecuados, de los cuales se permite a los
niños participar libremente en sus comidas, sino que también se les permite a
ellos comer entre comidas, y cuando llegan a tener doce o catorce años son
dispépticos confirmados. {CRA 405.1}
Tal
vez habéis visto la ilustración del estómago de una persona adicta a las
bebidas fuertes. Una condición similar se produce por la influencia irritante
de las especias fuertes. Teniendo al estómago en tal estado, se exige algo más
para hacer frente a las exigencias del apetito, algo más fuerte, y aún más
fuerte.—Christian Temperance and Bible
Hygiene, 17 (1890). {CRA 405.2}
[Para el contexto, véase 355.] {CRA 405.3}
Su empleo causa
languidez
561.
Hay una clase de personas que profesan creer la verdad, que no usan tabaco,
rapé, té ni café, y sin embargo son culpables de gratificar el apetito de una
manera distinta. Exigen carnes preparadas en forma muy sazonada, con salsas
concentradas, y su apetito ha llegado a pervertirse tanto que no puede
satisfacerse ni siquiera con la carne, a menos que se la prepare de la manera
más perjudicial. El estómago queda afiebrado, los órganos digestivos son
sobrecargados, y sin embargo el estómago trabaja arduamente para
deshacerse de la carga que se le impuso. Después que el estómago ha realizado
esta tarea, está agotado, lo cual produce languidez. Aquí muchas personas
resultan engañadas, y piensan que es la falta de alimento lo que determina esa
condición, y sin dar al estómago un tiempo de descanso, toman más alimentos,
los cuales momentáneamente quitan la languidez. Y cuanto más se complazca el
apetito, tanto más exigirá gratificación.—Spiritual Gifts 4:129 (1864). {CRA 405.4}
562.
Las especias al comienzo irritan la delicada mucosa del estómago, pero por fin
destruyen la sensibilidad natural de ese delicado órgano. La sangre se afiebra,
las propensiones animales se despiertan, mientras que las facultades morales e
intelectuales se debilitan, y las personas se hacen siervas de las pasiones
bajas. La madre debe estudiar para establecer un régimen alimenticio sencillo y
sin embargo nutritivo para su familia.—Christian Temperance and Bible Hygiene, 47; Counsels on Health, 114 (1890). {CRA 406.1}
563.
Las personas que han complacido su apetito para comer libremente carne, salsas
muy condimentadas, y varias clases de tortas y dulces recargados, no pueden
disfrutar inmediatamente de un régimen sencillo, sano y nutritivo. Su gusto
está tan pervertido que no tienen apetito por el régimen sano de frutas, pan
sencillo y verduras. No necesitan esperar que desde el comienzo podrán
encontrarle sabor agradable a alimentos tan diferentes de aquellos que han
estado consumiendo.—Spiritual
Gifts 4:130 (1864). {CRA 406.2}
564.
Con toda la preciosa luz que continuamente nos ha sido dada mediante las
publicaciones sobre salud, no nos conviene vivir vidas descuidadas e
indiferentes, comiendo y bebiendo como nos place, y complaciéndonos en el uso
de estimulantes, narcóticos y condimentos. Tomemos en cuenta el hecho de que
tenemos un alma que salvar o perder, y que es de vital consecuencia la
forma en que nos relacionamos con el asunto de la temperancia. Es de gran
importancia que individualmente desempeñemos bien nuestra parte, y tengamos una
comprensión inteligente de lo que debemos comer y beber, y de cómo debemos
vivir para preservar la salud. Todos están siendo probados para ver si aceptan
los principios de la reforma pro salud o siguen una conducta de indulgencia
propia.—Manuscrito 33, 1909. {CRA 406.3}
[Los reformadores en favor de la temperancia
deben despertar a los males del uso de condimentos—747] {CRA 407.1}
[Aunque los pasteles de carne, especias, etc.,
hayan sido descartados, el alimento debe ser preparado con cuidado—389] {CRA 407.2}
[Se gasta tiempo en la preparación de alimentos
sazonados con especias, que arruinan la salud, agrían el temperamento y anublan
la razón—234] {CRA 407.3}
[Especias y condimentos dados a los niños—348,
351, 354, 360] {CRA 407.4}
[Los alimentos muy sazonados estimulan el comer
en exceso y afiebran—351] {CRA
407.5}
[El uso abundante de pickles (encurtidos) y
condimentos por un niño nervioso e irritable—574] {CRA 407.6}
[No puede convertirse en buena sangre—576] {CRA 407.7}
[El rechazo de platos refinados y condimentos
concentrados, etc., demuestra que los obreros son exponentes prácticos de la
reforma pro salud—227] {CRA
407.8}
[Las pasiones animales excitadas por los
alimentos con especias—348] {CRA
407.9}
[Los alimentos llevados al campamento deben
estar libres de especias y grasas—124] {CRA
407.10}
[Las especias no se usaban en la casa de la
familia White.—Apéndice
I:4.] {CRA 407.11}
[Los alimentos con especias y los condimentos
excitan los nervios y debilitan el intelecto—356] {CRA 407.12}
[La bendición de un régimen libre de
especias—119] {CRA 407.13}
[Los alimentos sencillos, sin especias, son los
mejores—487] {CRA 408.1}
[Los que desean condimentos deben ser
iluminados—779] {CRA 408.2}
Capítulo 16—La soda
y el polvo de hornear
565.
El uso de soda de leudar, o polvos de hornear, en la elaboración del pan es
nocivo e inútil. La soda inflama el estómago, y a veces envenena todo el
organismo. Muchas cocineras se figuran que no pueden hacer buen pan sin soda,
pero esto es un error. Si quisieran tomarse la molestia de aprender mejores
métodos, su pan sería más sano, y también más sabroso para un paladar normal.—El Ministerio de Curación, 231 (1905). {CRA 408.3}
566.
Los bollos calientes levantados con soda o polvo de hornear nunca deben
aparecer en nuestra mesa. Tales compuestos son inadecuados para entrar en el
estómago. El pan leudado caliente de cualquier clase es de difícil digestión. {CRA 408.4}
Pueden
hacerse bollos de pan integral que son no solamente saludables sino deliciosos,
usando harina sin cernir, mezclada con agua pura fría y con leche. Pero es
difícil enseñar a nuestros hermanos la sencillez. Cuando recomendamos bollos de
harina integral, nuestros amigos dicen: “Oh, sí sabemos cómo hacerlos”. Pero
nos vemos muy chasqueados cuando estos bollos aparecen levantados con polvo de
hornear o con leche agria o con soda. Esto no da ninguna evidencia de reforma.
Con harina sin cernir, mezclada con agua pura y blanda, y con leche, se
preparan los mejores bollos que jamás hayamos gustado. Si el agua es dura,
úsese más leche fresca, o añádase un huevo a la masa. Los bollos deben ser
plenamente cocinados en un horno bien caliente, con un fuego parejo.—The Review and Herald, 8 de mayo de 1883. {CRA 408.5}
567.
En mis viajes, veo a familias enteras que sufren enfermedades por causa de una
cocina deficiente. El pan dulce, agradable y saludable se ve rara vez sobre sus
mesas. Los bollos blandos y pesados hechos con bicarbonato de soda, y el pan
pegajoso están arruinando los órganos digestivos de decenas de miles de
personas.—The Health Reformer, agosto de
1873. {CRA 409.1}
568.
Algunos no creen que es un deber religioso preparar alimento adecuado; y por lo
tanto no tratan de aprender cómo hacerlo. Dejan que el pan se agríe antes de
hornearlo, y el bicarbonato de soda añadido para remediar el descuido del
cocinero, lo hace completamente impropio para el estómago humano.—Christian Temperance and Bible Hygiene, 49;Counsels on Health, 117 (1890). {CRA 409.2}
569.
Vemos personas de tez pálida y dispépticos quejosos dondequiera que vamos.
Cuando nos sentamos a las mesas, y comemos los alimentos cocinados en la forma
en que lo han sido por meses, y tal vez por años, me pregunto cómo estas
personas todavía están vivas. El pan y los bollos están amarillos de
bicarbonato de sodio. Este uso de la soda se hace para ahorrar un poco de
cuidado. Como consecuencia del olvido, se deja que el pan a menudo se ponga
ácido antes de cocinarlo, y para remediar el mal se añade una gran porción de
soda, la cual lo único que hace es convertirlo en algo completamente inadecuado
para el estómago humano. La soda, en cualquiera de sus formas, no debe ser
introducida en el estómago; porque el efecto es terrible. Consume la membrana
del estómago. Causa inflamación, y frecuentemente envenena todo el organismo.
Algunos declaran: “Yo no puedo hacer buen pan o bollos a menos que use soda o
bicarbonato”. Por cierto que podéis si os hacéis hábiles y aprendéis. ¿No es la
salud de vuestra familia de suficiente valor como para inspiraros ambición
de aprender cómo cocinar y cómo comer?—Testimonies for the Church 2:537 (1870). {CRA 409.3}
Capítulo 17—La sal
570.
Evítese el uso de mucha sal y el de encurtidos y especias, consúmase mucha
fruta, y desaparecerá en gran parte la irritación que incita a beber mucho en
la comida.—El Ministerio de Curación, 235
(1905). {CRA 410.1}
571.
Los alimentos deben ser preparados de modo que sean apetitosos y nutritivos. No
debe despojárselos de lo que nuestro organismo necesita. Yo hago uso de un poco
de sal y siempre lo he hecho, porque la sal, lejos de ser nociva, es
indispensable para la sangre.—Joyas de los Testimonios 3:361, 362 (1909). {CRA 410.2}
572.
En una ocasión el Dr. _____ trató de enseñar a nuestra familia a cocinar de
acuerdo con la reforma pro salud, como él la veía, sin sal y sin ninguna otra
cosa para sazonar el alimento. Bien, yo determiné probarlo, pero mis fuerzas se
redujeron tanto que tuve que hacer un cambio; y adopté otro procedimiento con
gran éxito. Le digo esto porque sé que Ud. está en positivo peligro. El
alimento debe ser preparado de tal manera que sea nutritivo. No debe ser
despojado de aquello que el organismo necesita... {CRA 410.3}
Yo
uso un poco de sal, y siempre lo hago, porque por la luz que Dios me ha dado,
sé que este artículo en lugar de ser deletéreo, es en realidad esencial para la
sangre. No conozco cuál es la razón de este asunto, pero le doy la instrucción
como me ha sido dada.—Carta 37, 1901. {CRA
410.4}
[Debe usarse un poco de sal—548] {CRA 410.5}
[Evítese una cantidad indebida de sal—558] {CRA 410.6}
[Un poco de sal usada por E. G. de White.—Apéndice I:4.] {CRA 410.7}
Capítulo 18—Los
encurtidos (pickles) y el vinagre
573.
En esta época de apresuramiento, cuanto menos excitante sea el alimento, mejor.
Los condimentos son perjudiciales de por sí. La mostaza, la pimienta, las
especias, los encurtidos y otras cosas por el estilo, irritan el estómago y
enardecen y contaminan la sangre.—El Ministerio de Curación, 250 (1905). {CRA 411.1}
574.
Estaba sentada en una ocasión a la mesa con varios niños menores de doce años.
Se servían con abundancia carne; y de pronto una niña delicada y nerviosa pidió
encurtidos. Se le entregó un frasco lleno de ellos, ardientes con mostaza y
picantes con especias, del cual ella se sirvió en abundancia. La niña era
proverbial por su nerviosidad e irritabilidad de temperamento, y estos
condimentos ardientes estaban bien calculados para producir tal condición.—Christian Temperance and Bible Hygiene, 61, 62; Fundamentals of Christian Education, 150, 151 (1890). {CRA 411.2}
575.
Los pasteles de carne y los encurtidos, que nunca debieran hallar cabida en un
estómago humano, proporcionarán una sangre de pésima calidad.—Joyas de los Testimonios 1:189 (1870). {CRA 411.3}
576.
Los órganos productores de sangre no pueden convertir las especias, los
pasteles de carne concentrados, los encurtidos y la carne en buena sangre.—Testimonies for the Church 2:383 (1870). {CRA 411.4}
[Para el contexto véase 336.] {CRA 411.5}
577.
Evítese el uso de mucha sal y el de encurtidos y especias, consúmase mucha
fruta, y desaparecerá en gran parte la irritación que incita a beber mucho en
la comida.—El Ministerio de Curación, 235
(1905). {CRA 411.6}
[Los encurtidos irritan el estómago y hacen
impura la sangre—556] {CRA 411.7}
El vinagre
578.
Las ensaladas se preparan con aceite y vinagre, y esto produce fermentación en
el estómago, y el alimento no se digiere, sino que se descompone o entra en
putrefacción; como consecuencia, la sangre no resulta nutrida, sino que se
llena de impurezas, y aparecen dificultades en el hígado y los riñones.—Carta 9, 1887. {CRA
412.1}
[Una experiencia personal en el dominio del
hábito del vinagre.—Apéndice
I:6.] {CRA 412.2}
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